ESDRAS 8:26-29
ESDRAS 8:26-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pesé, pues, y puse en sus manos diecinueve mil quinientos kilos de plata, tres mil kilos de plata en utensilios para el templo, y tres mil kilos de oro; además, veinte tazones de oro valorados en mil monedas de oro y dos vasos de bronce bruñido muy bueno, tan preciosos como el oro. Luego les dije: —Vosotros estáis consagrados al Señor, y son santos los utensilios, la plata y el oro, ofrenda voluntaria al Señor, Dios de nuestros padres. Vigiladlos y guardadlos, hasta que los peséis delante de los principales sacerdotes y levitas, y de los cabezas de familia de Israel, en los aposentos de la casa del Señor en Jerusalén.
ESDRAS 8:26-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Les pesé y les entregué veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, cien utensilios de plata y tres mil trescientos kilos de oro; además, veinte tazas de oro con un peso total de ocho kilos, y dos utensilios de bronce bruñido de primera calidad, tan valiosos como si fueran de oro. Luego les dije: “Vosotros estáis consagrados al Señor, lo mismo que los utensilios. La plata y el oro son para el Señor, Dios de nuestros padres. Tened cuidado y guardadlos hasta que los peséis en presencia de los jefes de los sacerdotes, y de los levitas y jefes de familia de Israel, en las cámaras del templo del Señor, en Jerusalén.”
ESDRAS 8:26-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Lo pesé todo y confié a su custodia seiscientos cincuenta talentos de plata, otros objetos de plata por valor de cien talentos de oro, veinte tazones de oro valorados en mil dáricos y dos vasos de bronce bruñido, valiosos como si fueran de oro. Y les dije: —Vosotros estáis consagrados al Señor, y también lo están estos objetos de oro y plata que son ofrenda voluntaria al Señor, Dios de vuestros antepasados. Vigiladlos y custodiadlos hasta que sean pesados en Jerusalén, en los aposentos del Templo del Señor ante los responsables de los sacerdotes, los levitas y los cabezas de familia de Israel.
ESDRAS 8:26-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Lo que pesé fue lo siguiente: veintiún mil cuatrocientos cincuenta kilos de plata, utensilios de plata que pesaban tres mil trescientos kilos, tres mil trescientos kilos de oro, veinte tazas de oro que pesaban ocho kilos, y dos recipientes de bronce bruñido de la mejor calidad, tan preciosos como el oro. Luego les dije: «Vosotros y los utensilios habéis sido consagrados al SEÑOR. La plata y el oro son una ofrenda voluntaria para el SEÑOR, Dios de nuestros antepasados. Vigiladlos y guardadlos hasta que los peséis en los aposentos del templo del SEÑOR en Jerusalén, en presencia de los principales sacerdotes, de los levitas y de los jefes de familia del pueblo de Israel».