GÉNESIS 14:21-24
GÉNESIS 14:21-24 La Palabra (versión española) (BLP)
El rey de Sodoma dijo a Abrán: —Dame las personas y quédate con los bienes. Pero Abrán le respondió: —He jurado solemnemente por el Señor, Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no tomaré nada de lo que es tuyo, ni siquiera un hilo ni la correa de una sandalia. Así nunca podrás decir que tú me hiciste rico. No quiero nada para mí, excepto lo que ya han comido los criados. En cuanto a los hombres que me han acompañado, es decir, Aner, Escol y Mambré, que tomen su parte.
GÉNESIS 14:21-24 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: —Dame las personas y toma para ti los bienes. Respondió Abram al rey de Sodoma: —He alzado mi mano al Señor, Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que ni un hilo ni una correa de calzado tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: «Yo enriquecí a Abram»; excepto solamente lo que comieron los jóvenes. Pero los hombres que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, sí tomarán su parte.
GÉNESIS 14:21-24 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Luego el rey de Sodoma dijo a Abram: –Dame las personas y quédate con las cosas. Pero Abram le contestó: –He jurado al Señor, al Dios altísimo que hizo el cielo y la tierra, no tomar nada de lo que es tuyo: ni siquiera un hilo o una correa para mis sandalias, para que nunca digas que tú fuiste quien me hizo rico. Yo no quiero nada para mí, excepto lo que ya comieron los criados. En cuanto a los hombres que me acompañaron, es decir, Aner, Escol y Mamré, ellos tomarán su parte.
GÉNESIS 14:21-24 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El rey de Sodoma le dijo a Abram: ―Dame las personas y quédate con los bienes. Pero Abram le contestó: ―He jurado por el SEÑOR, el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no tomaré nada de lo que es tuyo, ni siquiera un hilo ni la correa de una sandalia. Así nunca podrás decir: “Yo hice rico a Abram”. No quiero nada para mí, salvo lo que mis hombres ya han comido. En cuanto a los hombres que me acompañaron, es decir, Aner, Escol y Mamré, que tomen ellos su parte.