GÉNESIS 16:3-5
GÉNESIS 16:3-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así, al cabo de diez años de habitar Abram en Canaán, su mujer Sarai tomó a Agar, su sierva egipcia, y la dio por mujer a su marido Abram. Él se acostó con Agar, y ella quedó embarazada; pero al ver que había concebido, miraba con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: —¡Mi agravio sea sobre ti! Yo te di a mi sierva por mujer, pero al verse esperando un hijo me mira con desprecio. ¡Que el Señor actúe de juez entre nosotros!
GÉNESIS 16:3-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Diez años habían transcurrido desde que Abrán se instaló en Canaán, cuando Saray, su mujer, tomó a Agar, su esclava egipcia, y se la dio como mujer a Abrán, su marido. Abrán se acostó con Agar, y ella quedó embarazada. Pero cuando Agar supo que esperaba un hijo, perdió el respeto a su señora. Entonces Saray dijo a Abrán: —¡Tú tienes la culpa de que esta me menosprecie! Yo puse a mi esclava en tus brazos y, cuando ella ha visto que espera un hijo, me ha perdido el respeto. ¡Que el Señor actúe de juez entre nosotros!
GÉNESIS 16:3-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
y entonces ella tomó a Agar la egipcia y se la dio como mujer a Abram, cuando ya hacía diez años que estaban viviendo en Canaán. Abram se unió a Agar, que quedó embarazada, y que cuando se dio cuenta de su estado comenzó a mirar con desprecio a su señora. Entonces Sarai dijo a Abram: –¡Tú tienes la culpa de que Agar me desprecie! Yo misma te la di por mujer, y ahora que va a tener un hijo se cree más que yo. Que el Señor diga quién tiene la culpa, si tú o yo.
GÉNESIS 16:3-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Entonces ella tomó a Agar, la esclava egipcia, y se la entregó a Abram como mujer. Esto ocurrió cuando ya hacía diez años que Abram vivía en Canaán. Abram tuvo relaciones con Agar, y ella concibió un hijo. Al darse cuenta Agar de que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña. Entonces Saray le dijo a Abram: ―¡Tú tienes la culpa de mi afrenta! Yo puse a mi esclava en tus brazos, y ahora que se ve embarazada me mira con desprecio. ¡Que el SEÑOR juzgue entre tú y yo!