GÉNESIS 2:1-5
GÉNESIS 2:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Así, pues, fueron, concluidos los cielos y la tierra, y todo su ornamento. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que había hecho, y reposó en él de todo su trabajo. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados. Cuando Dios el Señor hizo la tierra y los cielos, aún no había ninguna planta del campo sobre la tierra ni había nacido ninguna hierba del campo, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra ni había hombre para que la labrara
GÉNESIS 2:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Así quedaron concluidos el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos. Para el séptimo día Dios había concluido su obra y descansó el día séptimo de todo lo que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó Dios de toda su obra creadora. Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios, el Señor, hizo la tierra y el cielo no había aún arbustos en la tierra ni la hierba había brotado, porque Dios, el Señor, todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía nadie que cultivase el suelo
GÉNESIS 2:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El cielo y la tierra, y todo lo que hay en ellos, quedaron terminados. El séptimo día terminó Dios lo que había hecho, y descansó. Entonces bendijo el séptimo día y lo declaró día sagrado, porque en ese día descansó de todo su trabajo de creación. Esta es la historia de la creación del cielo y de la tierra. Cuando Dios el Señor hizo el cielo y la tierra, aún no había plantas ni había brotado la hierba, porque Dios el Señor todavía no había hecho llover sobre la tierra, ni había nadie que la trabajara.
GÉNESIS 2:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Así quedaron terminados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora. Esta es la historia de la creación de los cielos y la tierra. Cuando Dios el SEÑOR hizo la tierra y los cielos, aún no había ningún arbusto del campo sobre la tierra, ni había brotado la hierba, porque Dios el SEÑOR todavía no había hecho llover sobre la tierra ni existía el hombre para que la cultivara.