GÉNESIS 3:1-5
GÉNESIS 3:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Dios, el Señor, había hecho, entabló conversación con la mujer diciendo: —¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín? La mujer le contestó: —Podemos comer del fruto de todos los árboles del jardín; únicamente nos ha prohibido comer o tocar el fruto del árbol que está en medio del jardín, porque moriríamos. Pero la serpiente replicó a la mujer: —De ninguna manera moriréis. Dios sabe que, si un día coméis, se os abrirán los ojos y seréis iguales a él: conoceréis el bien y el mal.
GÉNESIS 3:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero la serpiente el más astuto de todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, le dijo a la mujer: —¿Conque Dios os ha dicho: «No comáis de ningún árbol del huerto»? La mujer respondió a la serpiente: —Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto ha dicho Dios: «No comeréis de él, ni lo tocaréis, para que no muráis». Entonces la serpiente dijo a la mujer: —No moriréis. Pues Dios sabe que el día que comáis de él serán abiertos vuestros ojos y seréis como Dios, conocedores del bien y del mal.
GÉNESIS 3:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La serpiente, que era la más astuta de todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, preguntó a la mujer: –¿Así que Dios os ha dicho que no comáis del fruto de ningún árbol del jardín? La mujer le contestó: –Podemos comer del fruto de cualquier árbol, menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos. Pero la serpiente dijo a la mujer: –No es cierto. No moriréis. Dios sabe muy bien que cuando comáis del fruto de ese árbol podréis saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces seréis como Dios.
GÉNESIS 3:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el SEÑOR había hecho, así que le preguntó a la mujer: ―¿Es verdad que Dios os dijo que no comierais de ningún árbol del jardín? ―Podemos comer del fruto de todos los árboles —respondió la mujer—. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: “No comáis de ese árbol, ni lo toquéis; de lo contrario, moriréis”. Pero la serpiente le dijo a la mujer: ―¡No es cierto, no vais a morir! Dios sabe muy bien que, cuando comáis de ese árbol, se os abrirán los ojos y llegaréis a ser como Dios, conocedores del bien y del mal.