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GÉNESIS 41:47-57

GÉNESIS 41:47-57 Reina Valera 2020 (RV2020)

En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo en gran cantidad. Y él recogió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y almacenó alimento en las ciudades, pues puso en cada ciudad el alimento de los campos de alrededor. Recogió José trigo como si fuera arena del mar; tanto que no se podía contar, porque era incalculable. Antes que llegase el primer año de hambre, José tuvo dos hijos con su esposa Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Llamó José al primogénito Manasés, porque dijo: «Dios me ha hecho olvidar todos mis sufrimientos, y a toda la casa de mi padre». Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Dios me ha hecho fructificar en la tierra de mi aflicción». Se cumplieron así los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y comenzaron a llegar los siete años de hambre, como José había predicho. Hubo hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había pan. Cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó por pan a Faraón. Y dijo Faraón a todos los egipcios: —Id a José, y haced lo que él os diga. Cuando el hambre se extendió por todo el país, abrió José todos los graneros donde estaba el trigo, y lo vendía a los egipcios, porque había crecido el hambre en la tierra de Egipto. Y de todos los países venían a Egipto para comprar grano a José, porque por toda la tierra había crecido el hambre.

GÉNESIS 41:47-57 La Palabra (versión española) (BLP)

Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo generosas cosechas y José fue acumulando todo el alimento que se produjo en el país durante aquellos siete años, depositándolo en las ciudades y almacenando en cada ciudad las cosechas de los campos de alrededor. José almacenó tal cantidad de grano, que tuvo que dejar de contabilizarlo, porque no se podía llevar la cuenta. Había tanto grano como arena hay en el mar. Antes que llegase el primer año de hambre, José tuvo dos hijos con su esposa Asenet, hija de Potifera, sacerdote de On. Al primogénito lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios me ha hecho olvidar todos mis sufrimientos y mi casa paterna». Al segundo lo llamó Efraín porque dijo: «Dios me ha hecho fecundo en esta tierra de mi aflicción». Los siete años de abundancia en Egipto llegaron a su fin y, tal como José lo había predicho, comenzaron los siete años de hambre. Hubo hambre en todos los países, menos en Egipto, pues allí sí tenían alimento. Cuando también en Egipto se hizo sentir el hambre, el pueblo clamó al faraón pidiendo comida. Entonces el faraón dijo a todo el pueblo de Egipto: —Id a ver a José y haced lo que él os diga. José, viendo que el hambre se había extendido por todo el país, abrió los graneros y vendió grano a los egipcios. El hambre fue arreciando cada vez más en Egipto. De todos los países venían a Egipto a comprar grano a José, pues en ningún sitio había qué comer.

GÉNESIS 41:47-57 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Durante los siete años de abundancia, la tierra produjo grandes cosechas, así que José fue recogiendo todo el alimento que se produjo en Egipto durante esos siete años, y lo almacenó en las ciudades. Juntó alimento como quien junta arena del mar, y fue tanto lo que recogió que dejó de contabilizarlo. ¡Ya no había forma de mantener el control! Antes de comenzar el primer año de hambre, José tuvo dos hijos con su esposa Asenat, la hija de Potifera, sacerdote de On. Al primero lo llamó Manasés, porque dijo: «Dios ha hecho que me olvide de todos mis problemas, y de mi casa paterna». Al segundo lo llamó Efraín, porque dijo: «Dios me ha hecho fecundo en esta tierra donde he sufrido». Los siete años de abundancia en Egipto llegaron a su fin y, tal como José lo había anunciado, comenzaron los siete años de hambre, la cual se extendió por todos los países. Pero a lo largo y a lo ancho del territorio de Egipto había alimento. Cuando también en Egipto comenzó a sentirse el hambre, el pueblo clamó al faraón pidiéndole comida. Entonces el faraón le dijo a todo el pueblo de Egipto: «Id a ver a José, y haced lo que él os diga». Cuando ya el hambre se había extendido por todo el territorio, y había arreciado, José abrió los graneros para vender alimento a los egipcios. Además, de todos los países llegaban a Egipto para comprarle alimento a José, porque el hambre cundía ya por todo el mundo.