Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

GÉNESIS 45:1-15

GÉNESIS 45:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)

No pudiendo ya contener la emoción ante los que estaban con él, José exclamó: —Salid todos de mi presencia. Y no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos. Rompió a llorar tan fuerte que lo oyeron los egipcios, llegando la noticia hasta el palacio mismo del faraón. Entonces José dijo a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre? Sus hermanos quedaron tan pasmados que no atinaban a dar respuesta. Pero él les dijo: —¡Acercaos! Ellos se acercaron, y José les repitió: —Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis y que llegó a Egipto. Pero no os aflijáis ni os reprochéis el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me ha enviado aquí antes que a vosotros, para salvar vidas. Ya van dos años de hambre en el país y todavía faltan cinco años más en que no habrá labranza ni cosecha. Por eso Dios me envió por delante de vosotros para salvaros de modo admirable y asegurar vuestra supervivencia sobre la tierra. Así que no fuisteis vosotros quienes me enviasteis aquí, sino Dios. Él me ha constituido consejero del faraón, señor de su casa y gobernador de todo el país de Egipto. Así que subid sin tardanza adonde está mi padre y decidle: «Así dice tu hijo José: Dios me ha hecho señor de todo Egipto; ven a verme cuanto antes. Vivirás en la región de Gosen y estarás cerca de mí junto con tus hijos, tus nietos, tus ovejas, tus vacas y todas tus posesiones. Esta hambre durará cinco años más, pero yo te proporcionaré lo necesario para que subsistáis tú, tu familia y todo lo que posees». Mi hermano Benjamín y vosotros mismos sois testigos de que soy yo en persona quien habla. Contadle a mi padre el prestigio que tengo en Egipto y todo lo que habéis visto, y traed aquí a mi padre cuanto antes. Entonces José rompió a llorar y se abrazó al cuello de su hermano Benjamín que, abrazado a José, se deshacía también en llanto. Luego, anegado en lágrimas, José besó también a todos sus hermanos que, solo entonces, se atrevieron a hablarle.

GÉNESIS 45:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)

No podía ya José contenerse delante de cuantos estaban a su lado, y clamó: —¡Haced salir de mi presencia a todos! Así no quedó nadie con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. Entonces se echó a llorar a gritos; lo oyeron los egipcios, y lo oyó también la casa de Faraón. Y dijo José a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive aún mi padre? Sus hermanos quedaron tan pasmados que no atinaban a dar respuesta. Pero José les dijo: —Acercaos ahora a mí. Ellos se acercaron, y él les dijo: —Yo soy José, vuestro hermano, el que vendisteis y que llegó a Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis ni os pese haberme vendido acá, porque para salvar vidas me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los que no habrá siembra ni cosecha. Dios me envió delante de vosotros para que podáis sobrevivir sobre la tierra, para daros vida por medio de una gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, por señor de toda su casa y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle: «Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú, tus hijos y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú, tu casa y todo lo que tienes». Mi hermano Benjamín y vosotros mismos sois testigos de que soy yo en persona quien habla. Contadle a mi padre el prestigio que tengo en Egipto y todo lo que habéis visto. ¡Daos prisa, y traed a mi padre aquí! José se echó sobre el cuello de su hermano Benjamín y lloró; también Benjamín lloró sobre su cuello. Luego besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos. Después de esto, sus hermanos hablaron con él.

GÉNESIS 45:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban a su servicio, y gritó: “¡Salid todos de aquí!” Así que ninguno de sus siervos estaba presente cuando José se dio a conocer a sus hermanos. Entonces se echó a llorar tan fuerte que todos los egipcios lo supieron, y la noticia llegó hasta el palacio del faraón. José dijo a sus hermanos: –Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía? Ellos estaban tan asustados de encontrarse delante de él, que no podían contestarle. Pero José les dijo: –Por favor, acercaos a mí. Cuando se acercaron, él les dijo: –Yo soy vuestro hermano José, el que vendisteis a Egipto; pero, por favor, no os aflijáis ni os enojéis con vosotros mismos por haberme vendido, pues Dios me envió antes que a vosotros para salvar vidas. Ya van dos años de hambre en el país, y todavía durante cinco años más no se cosechará nada, aunque se siembre. Pero Dios me envió antes que a vosotros para hacer que os queden descendientes sobre la tierra, y para salvaros la vida de una manera extraordinaria. Así que fue Dios quien me envió a este lugar, y no vosotros; él me ha puesto por consejero del faraón y amo de toda su casa, y como gobernador de todo Egipto. Id pronto a donde está mi padre y decidle: ‘Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto como señor de todo Egipto. Ven a verme. No tardes. Vivirás en la región de Gosen, junto con tus hijos y nietos, y con todos tus animales y todo lo que tienes. Así estarás cerca de mí. Aquí os daré alimentos, a ti y a tu familia, y a todos los que están contigo, para que no os falte nada; pues todavía habrá hambre durante cinco años más.’ Mi hermano Benjamín y vosotros sois testigos de que yo mismo he dicho esto. Contadle a mi padre acerca de toda mi autoridad en Egipto y de todo lo que habéis visto aquí. ¡Pronto, id a traer a mi padre! José abrazó a su hermano Benjamín y comenzó a llorar. También Benjamín lloró abrazado a José. Luego José besó a todos sus hermanos y lloró al abrazarlos. Después de esto, sus hermanos se atrevieron a hablarle.

GÉNESIS 45:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

José ya no pudo controlarse delante de sus servidores, así que ordenó: «¡Que salgan todos de mi presencia!» Y ninguno de ellos quedó con él. Cuando se dio a conocer a sus hermanos, comenzó a llorar tan fuerte que los egipcios se enteraron, y la noticia llegó hasta la casa del faraón. ―Yo soy José —les declaró a sus hermanos—. ¿Vive todavía mi padre? Pero ellos estaban tan pasmados que no atinaban a contestarle. No obstante, José insistió: ―¡Acercaos! Cuando ellos se acercaron, él añadió: ―Yo soy José, vuestro hermano, a quien vendisteis a Egipto. Pero ahora, por favor no os aflijáis más ni os reprochéis el haberme vendido, pues en realidad fue Dios quien me mandó delante de vosotros para salvar vidas. Desde hace dos años la región está sufriendo de hambre, y todavía faltan cinco años más en que no habrá siembras ni cosechas. Por eso Dios me envió delante de vosotros: para salvaros la vida de manera extraordinaria y de ese modo aseguraros descendencia sobre la tierra. Fue Dios quien me envió aquí, y no vosotros. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto. ¡Vamos, daos prisa! Volved a la casa de mi padre y decidle: “Así dice tu hijo José: ‘Dios me ha hecho gobernador de todo Egipto. Ven a verme. No te demores. Vivirás en la región de Gosén, cerca de mí, con tus hijos y tus nietos, y con tus ovejas, y vacas y todas tus posesiones. Yo os proveeré alimento allí, porque aún quedan cinco años más de hambre. De lo contrario, tú y tu familia, y todo lo que te pertenece, caeréis en la miseria’ ”. Además, vosotros y mi hermano Benjamín sois testigos de que yo mismo lo he dicho. Contadle a mi padre el prestigio que tengo en Egipto, y todo lo que habéis visto. ¡Pero daos prisa y traedlo ya! Y abrazó José a su hermano Benjamín, y comenzó a llorar. Benjamín, a su vez, también lloró abrazado a su hermano José. Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Solo entonces se animaron ellos a hablarle.