GÉNESIS 48:8-16
GÉNESIS 48:8-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
Vio entonces Israel a los hijos de José, y dijo: —¿Quiénes son estos? —Son mis hijos, los que Dios me ha dado aquí —respondió José a su padre. —Acércalos ahora a mí, y los bendeciré —dijo Israel. Los ojos de Israel estaban tan debilitados por la vejez, que no podía ver. Los hizo, pues, acercarse a él, y él los besó y los abrazó. Y dijo Israel a José: —No pensaba yo ver más tu rostro, y Dios me ha dejado ver también tu descendencia. Entonces José los sacó de entre sus rodillas y se inclinó a tierra. Los tomó José a ambos, Efraín a su derecha, a la izquierda de Israel, y Manasés a su izquierda, a la derecha de Israel; y los acercó a él. Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, y colocó así sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. Y pronunció esta bendición sobre José: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abrahán e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me libera de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Sea perpetuado en ellos mi nombre y el nombre de mis padres Abrahán e Isaac, y multiplíquense y crezcan en medio de la tierra.
GÉNESIS 48:8-16 La Palabra (versión española) (BLP)
Al ver a los hijos de José, Israel preguntó: —¿Quiénes son? José respondió a su padre: —Son mis hijos, los que Dios me ha concedido aquí. Y Jacob dijo: —Acércamelos para que les dé mi bendición. Israel había perdido vista con la vejez y apenas podía ver. José se los acercó y él los abrazó y los besó. Luego Israel dijo a José: —No pensé que volvería a verte y, sin embargo, Dios me ha concedido ver también a tus hijos. José los retiró de las rodillas de su padre y se postró rostro en tierra. Después, los tomó a los dos, a Efraín con la mano derecha y a Manasés con la izquierda, y se los acercó a su padre. Así Efraín quedó a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha. Pero al extender Israel sus manos, las cruzó, y puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y la mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, a pesar de que este era el primogénito. Y bendijo a José con estas palabras: Que el Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abrahán e Isaac, el Dios que ha sido mi pastor desde el día en que nací hasta hoy, el ángel que me ha librado de todo mal, bendiga a estos muchachos; que en ellos se perpetúe mi nombre y el de mis padres, Abrahán e Isaac; que crezcan y se multipliquen en medio de la tierra.
GÉNESIS 48:8-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
De pronto Israel se fijó en los hijos de José, y preguntó: –Y estos, ¿quiénes son? –Son los hijos que Dios me ha dado aquí en Egipto –contestó José. Entonces su padre le dijo: –Por favor, acércalos más a mí, para que les dé mi bendición. Israel era ya muy anciano y le fallaba la vista. No podía ver bien, así que José acercó los niños a su padre, y él los besó y abrazó. Luego dijo a José: –Ya no esperaba volver a verte y, sin embargo, Dios me ha dejado ver también a tus hijos. José quitó a los niños de las rodillas de su padre y se inclinó hasta tocar el suelo con la frente. Luego tomó a los dos, a Efraín con la mano derecha y a Manasés con la izquierda, y los acercó a su padre. Así Efraín quedó a la izquierda de Israel y Manasés a su derecha. Pero al extender Israel sus manos, las cruzó, y puso la mano derecha sobre la cabeza de Efraín, el menor, y la mano izquierda sobre la cabeza de Manasés, que era el primogénito. Entonces bendijo a José de esta manera: “Que el Dios a quien obedecieron Abraham e Isaac, mis padres, el Dios que me ha cuidado desde el día en que nací, el ángel que me libra de todo mal, bendiga a estos muchachos. Que por medio suyo se recuerde mi nombre y el nombre de mis padres, Abraham e Isaac. Que tengan muchos hijos y sean grandes multitudes en el mundo.”
GÉNESIS 48:8-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Al ver a los hijos de José, Israel preguntó: ―Y estos chicos, ¿quiénes son? ―Son los hijos que Dios me ha concedido aquí —le respondió José a su padre. Entonces Israel le dijo: ―Acércalos, por favor, para que les dé mi bendición. Israel ya era muy anciano, y por su avanzada edad casi no podía ver; por eso José los acercó, y su padre los besó y abrazó. Luego le dijo a José: ―Ya había perdido la esperanza de volver a verte, ¡y ahora Dios me ha concedido ver también a tus hijos! José los retiró de las rodillas de Israel y se postró rostro en tierra. Luego tomó a sus dos hijos, a Efraín con la derecha y a Manasés con la izquierda, y se los presentó a su padre. De esta manera, Efraín quedó a la izquierda de Israel, y Manasés, a su derecha. Pero Israel, al extender las manos, las entrecruzó y puso su derecha sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su izquierda sobre la cabeza de Manasés, aunque era el mayor. Y los bendijo con estas palabras: «Que el Dios en cuya presencia caminaron mis padres, Abraham e Isaac, el Dios que me ha guiado desde el día en que nací hasta hoy, el ángel que me ha rescatado de todo mal, bendiga a estos jóvenes. Que por medio de ellos sea recordado mi nombre y el de mis padres, Abraham e Isaac. Que crezcan y se multipliquen sobre la tierra».