HABACUC 2:12-20
HABACUC 2:12-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»¡Ay del que construye una ciudad con asesinatos y establece un poblado mediante el crimen! ¿No ha determinado el SEÑOR Todopoderoso que los pueblos trabajen para el fuego y las naciones se fatiguen por nada? Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del SEÑOR. »¡Ay de ti, que emborrachas a tu prójimo! ¡Ay de ti, que lo embriagas con vino para contemplar su cuerpo desnudo! Con esto te has cubierto de ignominia y no de gloria. ¡Pues bebe también tú, y muestra lo pagano que eres! ¡Que se vuelque sobre ti la copa de la diestra del SEÑOR, y sobre tu gloria, la ignominia! ¡Que te aplaste la violencia que cometiste contra el Líbano! ¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales! ¡Porque es mucha la sangre que has derramado, y mucha tu violencia contra este país, contra esta ciudad y sus habitantes! »¿De qué sirve una imagen, si quien la esculpe es un artesano? ¿De qué sirve un ídolo fundido, si tan solo enseña mentiras? El artesano que hace ídolos que no pueden hablar solo está confiando en su propio artificio. ¡Ay del que le dice al madero: “Despierta”, y a la piedra muda: “Levántate”! Aunque están recubiertos de oro y plata, nada pueden enseñarle, pues carecen de aliento de vida. En cambio, el SEÑOR está en su santo templo; ¡guarde toda la tierra silencio en su presencia!»
HABACUC 2:12-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Ay del que edifica con sangre la ciudad y del que la funda sobre la maldad! ¿No viene esto del Señor de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar. ¡Ay del que embriaga a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel y lo embriagas para mirar su desnudez! Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tú también y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha del Señor vendrá hasta ti y convertirá en humillación tu gloria. Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y de las violencias hechas a la tierra, a las ciudades y a todos los que en ellas habitaban. ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo, la estatua de fundición que enseña mentira, para que el artífice confíe en su obra y haga imágenes mudas? ¡Ay del que dice al palo: «Despiértate»; y a la piedra muda: «Levántate»! ¿Podrán acaso enseñar? Aunque esté cubierto de oro y plata, no hay espíritu dentro de él. Mas el Señor está en su santo templo: ¡calle delante de él toda la tierra!
HABACUC 2:12-20 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Ay del que edifica una ciudad con sangre y la cimenta sobre el crimen! ¿No ha decidido el Señor del universo que el fuego consuma el trabajo de los pueblos, y que las naciones se fatiguen en vano? Porque la tierra se ha de llenar del conocimiento de la gloria del Señor, igual que las aguas colman el mar. ¡Ay del que hace beber a su prójimo y lo emborracha con bebida drogada, para luego contemplarlo desnudo! Te has cubierto de deshonra y no de gloria. Bebe tú también y enseña tu desnudez; el Señor te pasará su cáliz, y tu gloria se convertirá en ignominia. Has derramado sangre humana, has colmado de violencia al país, a las ciudades y a sus habitantes; ahora la violencia hecha al Líbano caerá implacable sobre ti, bestias feroces te destrozarán. ¡Ay del que dice a un leño: «Despierta», y a una piedra muda: «Ponte en pie»! ¿Podrá alguno de ellos hablar? Está recubierto de oro y plata, pero no alberga ningún aliento vital. ¿De qué sirve un ídolo, hechura de artesano, imagen fundida, oráculo engañoso? ¿Puede confiar en él su artífice si ha fabricado un ídolo mudo? Mas el Señor está en su santo Templo, ¡que calle ante él toda la tierra!
HABACUC 2:12-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Ay de ti, que construyes tus ciudades sobre cimientos de crimen e injusticia! El Señor todopoderoso va a hacer inútil tu trabajo y tu fatiga, pues todas tus obras serán destruidas por el fuego. El conocimiento de la gloria del Señor llenará entonces toda la tierra, como las aguas llenan el mar. ¡Ay de ti, que emborrachas a tus vecinos dándoles vino mezclado con drogas, para humillarlos contemplando su desnudez! En lugar de honor, te cubrirás de vergüenza, porque el Señor va a darte a beber una copa que te hará mostrar tu incircuncisión y convertirá en humillación tu gloria. Las violencias que hiciste al monte Líbano se volverán en contra tuya, y te espantarás por la matanza de sus animales. Esto te vendrá a causa de tus crímenes y de las violencias que cometiste en el país contra las ciudades y sus habitantes. ¿De qué sirve una escultura cuando ya ha sido terminada? ¿De qué sirve una imagen que solo lleva a la mentira? Los ídolos no pueden hablar: ¿cómo, pues, podrá confiar en ellos el hombre que los fabrica? ¡Ay de ti, que a un ídolo de madera le dices que despierte, y a una piedra muda, que se ponga en pie! ¿Podrán ellos comunicar mensaje alguno? ¡No, porque no tienen vida propia, aunque estén recubiertos de oro y plata! Pero el Señor está en su santo templo: ¡guarde silencio delante de él toda la tierra!