HEBREOS 8:7-13
HEBREOS 8:7-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Si el primer pacto hubiera sido perfecto, no habría sido necesario el segundo. Pero Dios encontró imperfecta a aquella gente, y dijo: “El Señor dice: Vendrán días en los que haré un nuevo pacto con Israel y con Judá. Este pacto no será como el que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no cumplieron mi pacto, yo los abandoné, dice el Señor. El pacto que haré con Israel después de aquellos días será este, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no será menester que unos a otros, compatriotas o parientes, tengan que instruirse para conocer al Señor, porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor. Yo les perdonaré sus maldades y no me acordaré más de sus pecados.” Cuando Dios habla de un nuevo pacto es porque ha declarado viejo al primero; y a lo que está viejo y anticuado, poco le falta para desaparecer.
HEBREOS 8:7-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Efectivamente, si ese primer pacto hubiera sido perfecto, no habría lugar para un segundo pacto. Pero Dios, reprochándoles sus defectos, dijo: «Vienen días —dice el Señor—, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos no permanecieron fieles a mi pacto, y yo los abandoné —dice el Señor—. Este es el pacto que después de aquel tiempo haré con la casa de Israel —dice el Señor—: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: “¡Conoce al Señor!”, porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, me conocerán. Yo les perdonaré sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados». Al llamar «nuevo» a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer.
HEBREOS 8:7-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, ciertamente no hubiera habido necesidad de un segundo. Pero Dios, al reprocharle al pueblo sus defectos, dice: Vienen días —dice el Señor— en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto. No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto. Como ellos no permanecieron en mi pacto, yo me desentendí de ellos —dice el Señor—. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días —dice el Señor—: Pondré mis leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las escribiré; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano dirá: «Conoce al Señor», porque todos me conocerán, desde el menor hasta el mayor de ellos, porque yo les perdonaré sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades. Al decir «nuevo pacto», ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece está próximo a desaparecer.
HEBREOS 8:7-13 La Palabra (versión española) (BLP)
No habría habido, en efecto, lugar para una segunda alianza, de haber sido perfecta la primera. De hecho, Dios recrimina así a los destinatarios de la primera: He aquí que llega el tiempo —dice el Señor— en que yo sellaré una alianza nueva con el pueblo de Israel y el de Judá. No será como la alianza que sellé con sus antepasados, cuando los tomé de la mano y los saqué de Egipto. Como ellos quebrantaron mi alianza, también yo los abandoné —dice el Señor—. Así que esta será —dice el Señor— la alianza que sellaré con Israel cuando llegue aquel día: inculcaré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya nadie tendrá que enseñar a su vecino ni tendrá que instruir a su hermano diciendo: «reconoce al Señor», porque todos me conocerán, desde el más pequeño hasta el mayor. Y yo perdonaré sus iniquidades y no me acordaré más de sus pecados. Al llamar nueva a esta alianza, Dios está declarando vieja a la primera; y todo lo que se queda viejo y anticuado está a punto de desaparecer.