OSEAS 2:14-23
OSEAS 2:14-23 Reina Valera 2020 (RV2020)
Por eso voy a seducirla; la llevaré al desierto y hablaré a su corazón. Allí le devolveré sus viñas, y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Y allí cantará, como en los días de su juventud, como en el día en que subió de la tierra de Egipto. En aquel tiempo, dice el Señor, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y nunca más se mencionarán. En aquel tiempo haré un pacto en su favor, con las bestias del campo, con las aves del cielo y las serpientes de la tierra. Quitaré de la tierra el arco, la espada y la guerra, y te haré dormir segura. Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás al Señor. En aquel tiempo yo responderé, dice el Señor; responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. La sembraré para mí en la tierra; tendré misericordia de Lo-ruhama y diré a Lo-ammi: «¡Tú eres mi pueblo!», y él dirá: «¡Dios mío!».
OSEAS 2:14-23 La Palabra (versión española) (BLP)
Devastaré su viña y su higuera de las que decía: «Son la paga que me dieron mis amantes». Las convertiré en matorral y las devorarán las bestias del campo. Le pediré cuentas por los días dedicados a los baales, a los que quemaba incienso. Luego se adornaba de sortijas y collares, corría detrás de sus amantes y se olvidaba de mí —oráculo del Señor. Pero he aquí que voy a seducirla: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Le devolveré sus viñas y haré del valle de Acor una puerta de esperanza; y ella me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que salió de Egipto. Y ese día —oráculo del Señor— me llamarás «marido mío» y nunca más «baal mío». Quitaré de su boca los nombres de los baales y no los recordará más. En aquel día estableceré a favor de ellos un pacto con las bestias del campo, con las aves que surcan el cielo y los reptiles que se arrastran por la tierra; en el país quebraré el arco, la espada y la guerra para que puedan descansar seguros. Te desposaré para siempre; te desposaré en justicia y en derecho, con amor y con ternura. Te desposaré en fidelidad y me reconocerás como Señor. Aquel día —oráculo del Señor— me dirigiré a los cielos que darán su respuesta a la tierra
OSEAS 2:14-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Yo la voy a enamorar: la llevaré al desierto y le hablaré al corazón. Luego le devolveré sus viñas y convertiré el valle de Acor en puerta de esperanza para ella. Allí me responderá como en su juventud, como en el día en que salió de Egipto. Entonces me llamará ‘Marido mío’, en vez de llamarme ‘Baal mío’. Yo, el Señor, lo afirmo. Quitaré de sus labios los nombres de los baales, y jamás volverán a mencionarse. “En aquel tiempo haré en favor de Israel un pacto con los animales salvajes, con las aves y con las serpientes; romperé y quitaré de este país el arco, la espada y la guerra, para que mi pueblo descanse tranquilo. Israel, yo te haré mi esposa para siempre, mi esposa legítima, conforme a la ley, porque te amo entrañablemente. Yo te haré mi esposa y te seré fiel, y tú entonces me conocerás como el Señor. Yo, el Señor, lo afirmo: En aquel tiempo yo responderé al cielo, y el cielo responderá a la tierra; la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel. Plantaré a mi pueblo en la tierra exclusivamente para mí; tendré compasión de Lo-ruhama, y a Lo-amí le diré: ‘Tú eres mi pueblo’, y él me dirá: ‘¡Tú eres mi Dios!’ ”
OSEAS 2:14-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura. Allí le devolveré sus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto. »En aquel día —afirma el SEÑOR—, ya no me llamarás: “mi señor”, sino que me dirás: “esposo mío”. Te quitaré de los labios el nombre de tus falsos dioses, y nunca más volverás a invocarlos. Aquel día haré en tu favor un pacto con los animales del campo, con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra. Eliminaré del país arcos, espadas y guerra, para que todos duerman seguros. Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión. Te daré como dote mi fidelidad, y entonces conocerás al SEÑOR. »En aquel día yo responderé —afirma el SEÑOR—; yo le responderé al cielo, y el cielo le responderá a la tierra; la tierra les responderá al cereal, al vino nuevo y al aceite, y estos le responderán a Jezrel. Yo la sembraré para mí en la tierra; me compadeceré de la “Indigna de compasión”, a “Pueblo ajeno” lo llamaré: “Pueblo mío”; y él me dirá: “Mi Dios”».