ISAÍAS 40:1-5
ISAÍAS 40:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Consolad, consolad a mi pueblo!, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo se ha cumplido ya, que su pecado está perdonado, que ya ha recibido de manos del Señor el doble por todos sus pecados. Voz de uno que clama en el desierto: «¡Preparad un camino al Señor; nivelad una calzada en la estepa a nuestro Dios! ¡Todo valle sea alzado y bájese todo monte y collado! ¡Que lo torcido se enderece y lo áspero se allane! Entonces se manifestará la gloria del Señor y toda la humanidad la verá, porque la boca del Señor ha hablado».
ISAÍAS 40:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Dios. Hablad al corazón de Jerusalén, anunciadle a gritos que se acabó su servidumbre, que su culpa ha sido perdonada; que ha recibido de mano del Señor doble castigo por sus extravíos. Una voz anuncia a gritos: «Preparad en el desierto un camino al Señor, allanad en la estepa una senda a nuestro Dios. Las vaguadas serán levantadas, montañas y colinas allanadas. Lo tortuoso será enderezado, lo escabroso será aplanado. Aparecerá la gloria del Señor, y todo ser vivo podrá ver que ha hablado la boca del Señor».
ISAÍAS 40:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Vuestro Dios dice: “Consolad, consolad a mi pueblo; hablad con cariño a Jerusalén y decidle que su esclavitud ha terminado, que ya ha pagado por sus faltas, que ya ha recibido de mi mano el doble del castigo por todos sus pecados.” Una voz grita: “Preparad al Señor un camino en el desierto, trazad para nuestro Dios una calzada recta en la región estéril. Rellenad todas las cañadas, allanad los cerros y las colinas, convertid la región quebrada y montañosa en llanura totalmente lisa. Entonces mostrará el Señor su gloria, y todos los hombres juntos la verán. El Señor mismo lo ha dicho.”
ISAÍAS 40:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Consolad, consolad a mi pueblo! —dice vuestro Dios—. Hablad con cariño a Jerusalén, y anunciadle que ya ha cumplido su tiempo de servicio, que ya ha pagado por su iniquidad, que ya ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados. Una voz proclama: «Preparad en el desierto un camino para el SEÑOR; enderezad en la estepa un sendero para nuestro Dios. Que se levanten todos los valles, y se allanen todos los montes y colinas; que el terreno escabroso se nivele y se alisen las quebradas. Entonces se revelará la gloria del SEÑOR, y la verá toda la humanidad. El SEÑOR mismo lo ha dicho».