ISAÍAS 43:10-13
ISAÍAS 43:10-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
Vosotros sois mis testigos, dice el Señor, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis y entendáis que yo soy; antes de mí no fue formado dios alguno ni lo será después de mí. Yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay quien salve. Yo anuncié y salvé, hice oír y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice el Señor, de que yo soy Dios. Aun antes que hubiera día, yo era, y no hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, ¿quién puede desbaratarlo?
ISAÍAS 43:10-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor afirma: “Vosotros sois mis testigos, mis siervos, que yo elegí para que me conozcáis y confiéis en mí y entendáis quién soy. Antes de mí no ha existido ningún dios, ni habrá ninguno después de mí. Solo yo soy el Señor; fuera de mí nadie puede salvar.” El Señor afirma: “Yo lo anuncié y lo proclamé: yo os he salvado; no lo hizo un dios extraño, y vosotros sois mis testigos. Desde siempre, yo soy Dios. Nadie puede librar de mi poder. Nadie puede deshacer lo que yo hago.”
ISAÍAS 43:10-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
«Vosotros sois mis testigos —afirma el SEÑOR—, sois mis siervos escogidos, para que me conozcáis y creáis en mí, y entendáis que Yo soy. Antes de mí no hubo ningún otro dios, ni habrá ninguno después de mí. Yo, yo soy el SEÑOR, fuera de mí no hay ningún otro salvador. Yo he anunciado, salvado y proclamado; yo entre vosotros, y no un dios extraño. Vosotros sois mis testigos —afirma el SEÑOR—, y yo soy Dios. Desde los tiempos antiguos, yo soy. No hay quien pueda librar de mi mano. Lo que yo hago, nadie puede desbaratarlo».
ISAÍAS 43:10-13 La Palabra (versión española) (BLP)
Vosotros sois mis testigos —oráculo del Señor—, mi siervo, a quien he elegido, para que comprendáis y creáis en mí, para que entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado ningún dios, y ninguno habrá después de mí. Yo, yo soy el Señor; no hay salvador fuera de mí. Yo lo predije, yo salvé y lo hice saber, sin que tuvierais un dios extranjero. Y vosotros sois mis testigos —oráculo del Señor—. Yo soy Dios, desde siempre lo soy, y no hay quien libre de mi mano. ¿Quién puede cambiar lo que hago?