ISAÍAS 55:8-11
ISAÍAS 55:8-11 La Palabra (versión española) (BLP)
Mis planes no son vuestros planes, mi proyecto no es vuestro proyecto —oráculo del Señor—. Cuanto se alza el cielo sobre la tierra, así se alzan mis proyectos sobre los vuestros, así superan mis planes a vuestros planes. Como bajan la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven sin antes empapar la tierra, preñarla de vida y hacerla germinar, para que dé simiente al que siembra y alimento al que ha de comer, así será la palabra que sale de mi boca, no volverá a mí sin cumplir su cometido, sin antes hacer lo que me he propuesto: será eficaz en lo que la he mandado.
ISAÍAS 55:8-11 Reina Valera 2020 (RV2020)
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos, dice el Señor. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la he enviado.
ISAÍAS 55:8-11 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Porque mis ideas no son como las vuestras, ni es como la vuestra mi manera de actuar. Como el cielo está por encima de la tierra, así también mis ideas y mi manera de actuar están por encima de las vuestras.” El Señor lo afirma. “Como la lluvia y la nieve bajan del cielo, y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, y producen la semilla para sembrar y el pan para comer, así también la palabra que sale de mis labios no vuelve a mí sin producir efecto, sino que hace lo que yo quiero y cumple la orden que le doy.
ISAÍAS 55:8-11 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
«Porque mis pensamientos no son los vuestros, ni vuestros caminos son los míos —afirma el SEÑOR—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los vuestros; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.