ISAÍAS 62:8-12
ISAÍAS 62:8-12 Reina Valera 2020 (RV2020)
Juró el Señor por su mano derecha y por su poderoso brazo: «Jamás daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino que es fruto de tu trabajo; sino que quienes lo cosechan lo comerán y alabarán al Señor; y quienes lo vendimian lo beberán en los atrios de mi santuario». ¡Pasad, pasad por las puertas; barred el camino para el pueblo; allanad, allanad la calzada, quitad las piedras, alzad bandera ante los pueblos! El Señor lo ha hecho oír hasta lo último de la tierra: «Decid a la hija de Sion que ya viene su Salvador; su recompensa llega con él y delante de él, su obra». Y los llamarán Pueblo Santo, Redimidos del Señor. Y a ti te llamarán Ciudad Deseada, No desamparada.
ISAÍAS 62:8-12 La Palabra (versión española) (BLP)
Lo ha jurado el Señor solemnemente, levantando su brazo poderoso: no daré otra vez tu trigo para que lo coman tus enemigos; no beberán extranjeros tu mosto, que tantos trabajos te costó. Lo comerán los cosechadores y alabarán al Señor; lo beberán los vendimiadores en mis santos atrios. Pasad, pasad por las puertas, señalad al pueblo el camino; allanad, allanad la calzada, dejadla bien despedregada; izad una enseña a los pueblos. El Señor proclama un mensaje hasta el confín de la tierra: Decid a la ciudad de Sion: «ya está aquí tu Salvador; con él llega su recompensa, viene precedido de su premio». Los llamarán «Pueblo del Santo», les dirán «Rescatados del Señor», y a ti te llamarán «Anhelada», te dirán «Ciudad no abandonada».
ISAÍAS 62:8-12 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor ha jurado alzando su poderoso brazo derecho: “Nunca más permitiré que tus enemigos se coman tu trigo ni que los extranjeros se beban el vino que es fruto de tu trabajo, sino que vosotros mismos recogeréis la cosecha, la comeréis y me alabaréis a mí; y vendimiraréis las uvas, y beberéis el vino en los atrios de mi santo templo.” Salid, salid por las puertas, preparad el camino para mi pueblo. Construid con cuidado la calzada y limpiadla de piedras; levantad la señal para llamar a las naciones. El Señor anuncia esto hasta el extremo de la tierra: “Decidle a la ciudad de Sión que ha llegado ya su salvador. El Señor trae a su pueblo después de haberlo rescatado.” A los israelitas los llamarán “El pueblo santo”, “Los liberados por el Señor”, y a Jerusalén, “La ciudad deseada”, “La ciudad no abandonada”.
ISAÍAS 62:8-12 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Por su mano derecha, por su brazo poderoso, ha jurado el SEÑOR: «Nunca más daré a tus enemigos tu grano como alimento, ni se beberá gente extranjera el vino nuevo por el que trabajaste. Alabando al SEÑOR comerán el grano quienes lo hayan cosechado; en los atrios de mi santuario beberán el vino quienes hayan trabajado en la vendimia». ¡Pasad, pasad por las puertas! Preparad el camino para el pueblo. ¡Construid la carretera! ¡Quitadle todas las piedras! ¡Desplegad sobre los pueblos la bandera! He aquí lo que el SEÑOR ha proclamado hasta los confines de la tierra: «Decid a la hija de Sión: “¡Ahí viene tu Salvador! Trae su premio consigo; su recompensa lo acompaña”». Serán llamados «Pueblo santo», «Redimidos del SEÑOR»; y tú serás llamada «Ciudad anhelada», «Ciudad nunca abandonada».