ISAÍAS 66:10-13
ISAÍAS 66:10-13 Reina Valera 2020 (RV2020)
«Alegraos con Jerusalén, gozaos con ella todos los que la amáis; llenaos de gozo con ella todos los que os enlutáis por ella, para que seáis amamantados hasta saciaros del consuelo de sus pechos, para que bebáis y os deleitéis con la plenitud de su gloria». Porque así dice el Señor: Yo extiendo sobre ella la paz como un río y las riquezas de las naciones como un torrente que se desborda; y seréis amamantados, seréis llevados en sus brazos y sobre las rodillas seréis mimados. Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén recibiréis consuelo.
ISAÍAS 66:10-13 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Festejad a Jerusalén, alegraos por ella, todos los que la amáis; gozad con su gozo los que os dolíais por ella! Para mamar hasta hartaros del consuelo de sus pechos; para apurar con delicia sus ubres bien repletas. Pues así dice el Señor: Voy a dirigir hacia ella la paz, igual que un río; como un torrente crecido, la riqueza de los pueblos. Mamaréis mecidos en los brazos, acariciados sobre las rodillas; como a un niño consolado por su madre, así pienso yo consolaros.
ISAÍAS 66:10-13 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Alegraos con Jerusalén, llenaos de gozo con ella todos los que la amáis; uníos a su alegría todos los que habéis llorado por ella; y ella, como una madre, os alimentará de sus consuelos hasta que estéis satisfechos. Porque yo, el Señor, digo: Yo haré que la paz venga sobre ella como un río, y las riquezas de las naciones como un torrente desbordado. Ella os alimentará, os llevará en sus brazos y os acariciará sobre sus rodillas. Como una madre consuela a su hijo, así os consolaré yo, y encontraréis el consuelo en Jerusalén.”
ISAÍAS 66:10-13 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Mas alegraos con Jerusalén, y regocijaos por ella, todos los que la amáis; saltad con ella de alegría, todos los que por ella os condoléis. Porque seréis amamantados y saciados, y hallaréis consuelo en sus pechos; beberéis hasta saciaros, y os deleitaréis en sus henchidos senos». Porque así dice el SEÑOR: «Hacia ella extenderé la paz como un torrente, y la riqueza de las naciones como río desbordado. Vosotros seréis amamantados, llevados en sus brazos, mecidos en sus rodillas. Como madre que consuela a su hijo, así yo os consolaré a vosotros; en Jerusalén seréis consolados».