ISAÍAS 66:10-14
ISAÍAS 66:10-14 La Palabra (versión española) (BLP)
¡Festejad a Jerusalén, alegraos por ella, todos los que la amáis; gozad con su gozo los que os dolíais por ella! Para mamar hasta hartaros del consuelo de sus pechos; para apurar con delicia sus ubres bien repletas. Pues así dice el Señor: Voy a dirigir hacia ella la paz, igual que un río; como un torrente crecido, la riqueza de los pueblos. Mamaréis mecidos en los brazos, acariciados sobre las rodillas; como a un niño consolado por su madre, así pienso yo consolaros. Al verlo, se alegrará vuestro corazón, florecerán vuestros huesos como prado.
ISAÍAS 66:10-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Alegraos con Jerusalén, llenaos de gozo con ella todos los que la amáis; uníos a su alegría todos los que habéis llorado por ella; y ella, como una madre, os alimentará de sus consuelos hasta que estéis satisfechos. Porque yo, el Señor, digo: Yo haré que la paz venga sobre ella como un río, y las riquezas de las naciones como un torrente desbordado. Ella os alimentará, os llevará en sus brazos y os acariciará sobre sus rodillas. Como una madre consuela a su hijo, así os consolaré yo, y encontraréis el consuelo en Jerusalén.” Cuando veáis esto, vuestro corazón se alegrará; vuestro cuerpo se renovará como la hierba. El Señor dará a conocer su poder entre sus siervos y su ira entre sus enemigos.
ISAÍAS 66:10-14 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Mas alegraos con Jerusalén, y regocijaos por ella, todos los que la amáis; saltad con ella de alegría, todos los que por ella os condoléis. Porque seréis amamantados y saciados, y hallaréis consuelo en sus pechos; beberéis hasta saciaros, y os deleitaréis en sus henchidos senos». Porque así dice el SEÑOR: «Hacia ella extenderé la paz como un torrente, y la riqueza de las naciones como río desbordado. Vosotros seréis amamantados, llevados en sus brazos, mecidos en sus rodillas. Como madre que consuela a su hijo, así yo os consolaré a vosotros; en Jerusalén seréis consolados». Cuando veáis esto, se regocijará vuestro corazón, y vuestro cuerpo florecerá como la hierba; el SEÑOR dará a conocer su poder entre sus siervos, y su furor entre sus enemigos.