SANTIAGO 2:2-4
SANTIAGO 2:2-4 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y ropa espléndida, y al mismo tiempo entra un pobre con vestido andrajoso, y atendéis de manera especial al que trae la ropa espléndida y le decís: «Siéntate tú aquí, en este buen lugar», y decís al pobre: «Quédate tú allí de pie» o «Siéntate aquí en el suelo, a mis pies», ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos y actuáis como jueces malintencionados?
SANTIAGO 2:2-4 La Palabra (versión española) (BLP)
Supongamos, por ejemplo, que llegan dos personas a vuestra reunión: una con anillos de oro y magníficamente vestida; la otra, pobre y andrajosa. Si enseguida os fijáis en la que va bien vestida y le decís: «Tú, siéntate aquí en el lugar de honor», y a la otra, en cambio, le decís: «Tú, quédate ahí de pie» o «Siéntate en el suelo a mis pies», ¿no estáis actuando con parcialidad y convirtiéndoos en jueces con criterios perversos?
SANTIAGO 2:2-4 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Supongamos que estáis reunidos, y que llega un rico con anillos de oro y ropa lujosa, y le atendéis bien y le decís: “Siéntate aquí, en el lugar de honor”; y que al mismo tiempo llega un pobre vestido de andrajos, y le decís: “Tú quédate allá, de pie; o siéntate ahí en el suelo”, entonces estáis haciendo diferencias entre vosotros mismos y juzgando con mala intención.
SANTIAGO 2:2-4 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Supongamos que en el lugar donde os reunís entra un hombre con anillo de oro y ropa elegante, y entra también un pobre desharrapado. Si atendéis bien al que lleva ropa elegante y le decís: «Siéntate aquí, en este lugar cómodo», pero al pobre le decís: «Quédate ahí de pie» o «Siéntate en el suelo, a mis pies», ¿acaso no hacéis discriminación entre vosotros, juzgando con malas intenciones?