JEREMÍAS 15:18-20
JEREMÍAS 15:18-20 La Palabra (versión española) (BLP)
¿Por qué dura tanto mi dolor y mi herida se vuelve incurable, imposible de sanar? Te me has vuelto cauce engañoso, cuyas aguas son inconstantes. Por eso, así dice el Señor: Si vuelves, te dejaré volver y estarás a mi servicio; si quitas la escoria del metal, yo hablaré por tu boca. Ellos volverán a ti, pero no vuelvas tú a ellos. Haré que seas para este pueblo muralla de bronce inexpugnable. Lucharán contra ti, pero no te podrán, pues yo estoy contigo para ayudarte y salvarte —oráculo del Señor.
JEREMÍAS 15:18-20 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¿Por qué mi dolor nunca termina? ¿Por qué mi herida es incurable, rebelde a toda curación? Te has vuelto para mí como el agua engañosa de un espejismo. Entonces el Señor me respondió: “Si regresas a mí, volveré a recibirte y podrás servirme. Si evitas el hablar por hablar y lo que dices siempre vale la pena, tú serás quien hable de mi parte. Son ellos quienes deben volverse a ti y no tú quien deba volverse a ellos. Yo haré que seas para este pueblo como un muro de bronce, difícil de vencer. Te harán la guerra, pero no te vencerán, pues yo estoy contigo para salvarte y librarte. Yo, el Señor, doy mi palabra.
JEREMÍAS 15:18-20 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¿Por qué no cesa mi dolor? ¿Por qué es incurable mi herida? ¿Por qué se resiste a sanar? ¿Serás para mí un torrente engañoso de aguas no confiables? Por eso, así dice el SEÑOR: «Si te arrepientes, yo te restauraré y podrás servirme. Si evitas hablar en vano, y hablas lo que en verdad vale, tú serás mi portavoz. Que ellos se vuelvan hacia ti, pero tú no te vuelvas hacia ellos. Haré que seas para este pueblo como invencible muro de bronce; pelearán contra ti, pero no te podrán vencer, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte —afirma el SEÑOR—.
JEREMÍAS 15:18-20 Reina Valera 2020 (RV2020)
¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida incurable, que no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables? Por tanto, así ha dicho el Señor: Si te conviertes, yo te restauraré y estarás delante de mí; y si separas lo precioso de lo vil, serás como mi boca. ¡Conviértanse ellos a ti, mas tú no te conviertas a ellos! Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce; pelearán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice el Señor.