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JEREMÍAS 23:1-9

JEREMÍAS 23:1-9 La Palabra (versión española) (BLP)

¡Ay de los pastores que descarrían y dispersan el rebaño de mi pastizal! —oráculo del Señor—. Por eso, así dice el Señor, Dios de Israel, acerca de los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros dispersasteis mi rebaño, lo expulsasteis y no os habéis preocupado de él. Pues bien, yo os voy a pedir cuentas de vuestras malas acciones —oráculo del Señor— y yo mismo reuniré al resto de mis ovejas de todos los países por donde las dispersé y las haré volver a su pastizal, donde fructificarán y se multiplicarán. Les pondré pastores que las apacienten; ya no tendrán miedo, no se espantarán ni faltará ninguna —oráculo del Señor. Ya llegan días —oráculo del Señor— en que daré a David un vástago legítimo. Será un rey que reinará con prudencia, impondrá justicia y derecho en el país. En sus días estará a salvo Judá, Israel vivirá con tranquilidad, y la gente le pondrá de nombre: «El Señor es nuestra justicia». Ya llegan días —oráculo del Señor— en que no se dirá: «Por vida del Señor, que hizo subir a los israelitas del país de Egipto». Más bien se dirá: «Por vida del Señor, que hizo subir a la estirpe de Israel del país del norte y de todos los países por donde los dispersó, para que habiten en su tierra». A los profetas: Tengo roto en mi pecho el corazón, se estremecen todos mis huesos; me siento igual que un borracho, como un hombre cargado de vino; y todo a causa del Señor, a causa de sus santas palabras.

JEREMÍAS 23:1-9 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

El Señor afirma: “¡Ay de los pastores que dejan que mis ovejas se pierdan y dispersen!” El Señor, el Dios de Israel, dice a los pastores que gobiernan a su pueblo: “Vosotros habéis dispersado mis ovejas, las habéis hecho huir y no las habéis cuidado. Pues bien, yo tendré buen cuidado de castigar vuestras malas acciones. Yo, el Señor, lo afirmo. Y yo mismo traeré el resto de mis ovejas de los países a donde las hice huir; las reuniré y las haré volver a sus pastos, para que tengan muchas crías. Les pondré pastores que las cuiden, para que no tengan nada que temer ni falte ninguna de ellas. Yo, el Señor, lo afirmo.” El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré que David tenga un descendiente legítimo, un rey que reine con sabiduría y que actúe con justicia y rectitud en el país. Durante su reinado, Judá estará a salvo, y también Israel vivirá seguro. Este es el nombre que le darán: ‘El Señor es nuestra victoria.’ ” El Señor afirma: “Vendrán días en que ya no se jurará diciendo: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los israelitas de Egipto’, sino que se jurará diciendo: ‘Por la vida del Señor, que sacó a los descendientes de Israel del país del norte y de todos los demás países por donde los había dispersado.’ Y vivirán en su propia tierra.” Mensaje acerca de los profetas: Estoy profundamente perturbado, todo el cuerpo me tiembla, parezco un borracho, un hombre dominado por el vino, por causa del Señor y de sus palabras santas.

JEREMÍAS 23:1-9 Reina Valera 2020 (RV2020)

¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan a las ovejas de mi rebaño!, dice el Señor. Por tanto, esto ha dicho el Señor, Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: Vosotros dispersasteis a mis ovejas y las espantasteis. No las habéis cuidado. Por eso, yo castigo la maldad de vuestras obras, dice el Señor. Yo mismo recogeré el resto de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus pastizales; y crecerán y se multiplicarán. Pondré sobre ellas pastores que las apacienten, y nunca más volverán a tener miedo ni a espantarse, y ninguna de ellas se perderá. Vienen días, dice el Señor, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso y actuará conforme al derecho y la justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual lo llamarán: «El Señor, justicia nuestra». Por tanto, vienen días, dice el Señor, en que no dirán más: «¡Vive el Señor, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!», sino: «¡Vive el Señor, que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte y de todas las tierras adonde yo los había echado!». Y habitarán en su tierra. A causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan. A causa del Señor y a causa de sus santas palabras estoy como un ebrio, como un hombre dominado por el vino

JEREMÍAS 23:1-9 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

«¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!», afirma el SEÑOR. Por eso, así dice el SEÑOR, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Vosotros habéis dispersado a mis ovejas; las habéis expulsado y no os habéis encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigaros por vuestras malas acciones —afirma el SEÑOR—. Al resto de mis ovejas yo mismo las reuniré de todos los países adonde las expulsé; y las haré volver a sus pastos, donde crecerán y se multiplicarán. Pondré sobre ellas pastores que las pastorearán, y ya no temerán ni se espantarán, ni faltará ninguna de ellas —afirma el SEÑOR—. »Vienen días —afirma el SEÑOR—, en que de la simiente de David haré surgir un vástago justo; él reinará con sabiduría en el país, y practicará el derecho y la justicia. En esos días Judá será salvada, Israel morará seguro. Y este es el nombre que se le dará: “El SEÑOR es nuestra salvación”. »Por eso —afirma el SEÑOR— vienen días en que ya no se dirá: “Por la vida del SEÑOR, que hizo salir a los israelitas de la tierra de Egipto”, sino: “Por la vida del SEÑOR, que hizo salir a los descendientes de la familia de Israel, y los hizo llegar del país del norte, y de todos los países adonde los había expulsado”. Y habitarán en su propia tierra». En cuanto a los profetas: Se me parte el corazón en el pecho y se me estremecen los huesos. Por causa del SEÑOR y de sus santas palabras, hasta parezco un borracho, alguien dominado por el vino.