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JEREMÍAS 37:6-16

JEREMÍAS 37:6-16 Reina Valera 2020 (RV2020)

Entonces, vino palabra del Señor al profeta Jeremías: —Así ha dicho el Señor, Dios de Israel, que digáis al rey de Judá, que os envió a mí para que me consultarais: El ejército de Faraón, que había salido en vuestro socorro, se ha vuelto a la tierra de Egipto. Por eso, los caldeos vendrán de nuevo, atacarán esta ciudad, la tomarán y le prenderán fuego. Así dice el Señor: No os engañéis a vosotros mismos, ni digáis: «Sin duda, los caldeos se irán ya de aquí, porque no se irán, porque aun cuando derrotarais a todo el ejército de los caldeos que pelean contra vosotros, y solamente quedaran de ellos algunos hombres heridos, cada uno se levantaría de su tienda para prender fuego a esta ciudad». Aconteció que cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén a causa del ejército de Faraón, Jeremías se dispuso a salir de Jerusalén para irse a tierra de Benjamín, y alejarse del pueblo. Y cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, pues le decía: «¡Tú te vas a pasar a los caldeos!». Jeremías respondió: —¡Falso, no me voy a pasar a los caldeos! Pero él no le escuchó, sino que prendió Irías a Jeremías y lo llevó delante de sus oficiales. Estos se airaron contra Jeremías. Lo azotaron y lo pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en cárcel. Jeremías entró en las bodegas de la casa de la cisterna, donde permaneció largo tiempo.

JEREMÍAS 37:6-16 La Palabra (versión española) (BLP)

El profeta Jeremías recibió la palabra del Señor en estos términos: —Así dice el Señor, Dios de Israel: Esto dirás al rey de Judá que te ha enviado a consultarme: El ejército del faraón, que había salido en vuestra ayuda, se vuelve a Egipto, su país. Los caldeos volverán, atacarán esta ciudad, la capturarán y le prenderán fuego. Así dice el Señor: No os engañéis a vosotros mismos pensando que los caldeos van a levantar el cerco, pues no se irán. Aunque destruyerais al ejército caldeo, que en estos momentos os ataca, y quedasen solo algunos heridos en sus tiendas, se levantarían y pegarían fuego a esta ciudad. Cuando el ejército caldeo levantó el cerco de Jerusalén ante la llegada del ejército del faraón, salió Jeremías de Jerusalén en dirección al territorio de Benjamín, para repartir unas tierras entre sus familiares. Al llegar a la Puerta de Benjamín, estaba allí el capitán de la guardia, llamado Jirías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, que apresó al profeta Jeremías acusándolo de haberse pasado a los caldeos. Jeremías le dijo: —Eso es mentira. Yo no me he pasado a los caldeos. Pero Jirías no le hizo caso. Apresó a Jeremías y lo llevó ante los dignatarios. Estos se irritaron contra Jeremías y mandaron que lo azotaran y lo metieran en prisión, en casa del funcionario Jonatán, que habían acondicionado como cárcel. Jeremías fue llevado al calabozo del sótano, donde permaneció largo tiempo.

JEREMÍAS 37:6-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Entonces el Señor se dirigió al profeta Jeremías y le ordenó que dijera de parte suya a los enviados: “Decid al rey de Judá, que os envió a consultarme, que el ejército del faraón, que se había puesto en camino para ayudaros, ha regresado a Egipto. Los caldeos volverán para atacar la ciudad de Jerusalén, y la tomarán y le prenderán fuego. Yo, el Señor, os advierto: No os hagáis ilusiones ni creáis que los caldeos se van a retirar, porque no será así. Aun cuando derrotarais a todo el ejército caldeo que os está atacando, y aun cuando no le quedaran a este más que unos pocos hombres heridos en el campamento, esos pocos se levantarían y prenderían fuego a la ciudad.” Cuando el ejército de los caldeos se estaba retirando de Jerusalén, porque supieron que venía el ejército del faraón, Jeremías salió de la ciudad para dirigirse al territorio de Benjamín y ocuparse de la repartición de una herencia entre los de su tierra. Pero cuando llegó a la puerta de Benjamín, un hombre llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Hananías, que era jefe de la guardia, detuvo a Jeremías y le dijo: –¡Tú vas a pasarte a los caldeos! Jeremías respondió: –¡No es verdad, no me voy a pasar a los caldeos! Pero Irías no le escuchó, sino que lo arrestó y lo llevó ante los funcionarios. Estos se pusieron furiosos con Jeremías, y mandaron golpearle y encarcelarlo en la casa de Jonatán, el cronista, la cual habían convertido en cárcel. Jeremías fue a parar al calabozo del sótano, donde estuvo mucho tiempo.

JEREMÍAS 37:6-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

La palabra del SEÑOR vino al profeta Jeremías: «Así dice el SEÑOR, el Dios de Israel: “Decidle al rey de Judá que os mandó a consultarme: ‘El ejército del faraón, que salió para apoyaros, se volverá a Egipto. Los babilonios regresarán para atacar esta ciudad, y la capturarán y la incendiarán’ ”. »Así dice el SEÑOR: “No os hagáis ilusiones creyendo que los babilonios se van a retirar. ¡Os equivocáis! No se van a retirar. Y aunque derrotaseis a todo el ejército babilonio, y solo quedaran en sus campamentos algunos hombres heridos, estos se levantarían e incendiarían esta ciudad”». Cuando por causa de la incursión del ejército del faraón el ejército de Babilonia se retiró de Jerusalén, Jeremías quiso trasladarse de Jerusalén al territorio de Benjamín para tomar posesión de una herencia. Pero, al llegar a la puerta de Benjamín, un capitán de la guardia llamado Irías, hijo de Selemías y nieto de Jananías, detuvo al profeta Jeremías y lo acusó: ―¡Vas a pasarte a los babilonios! Jeremías respondió: ―¡Mentira, no voy a pasarme a los babilonios! Pero Irías no le hizo caso, sino que lo detuvo y lo llevó ante los jefes. Estos estaban enfurecidos contra Jeremías, así que después de golpearlo lo encarcelaron en la casa del cronista Jonatán, ya que la habían convertido en prisión. Así Jeremías fue encerrado en un calabozo subterráneo, donde permaneció mucho tiempo.