JUAN 14:6-31
JUAN 14:6-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí. Si me conocierais, también conoceríais a mi Padre. Desde ahora le conocéis y le habéis visto. Felipe le dijo: —Señor, muéstranos al Padre. Eso nos basta. Jesús le preguntó: —¿Tanto tiempo como llevo con vosotros y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo, pues, dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las palabras que yo os he dicho, no las he dicho por mi propia cuenta. Es el Padre, que está en mí, quien hace las obras. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí. O si no, creedme por las mismas obras. Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aun mayores, porque yo voy al Padre y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo concederé, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si pedís algo en mi nombre, yo lo concederé. Si me amáis, cumplid mis mandamientos. Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador para que siempre esté con vosotros: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá más, pero vosotros me veréis. Y puesto que yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que recibe mis mandamientos y los cumple es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre y yo le amaré y me manifestaré a él. Judas, pero no el Iscariote, le preguntó: —Señor, ¿por qué te manifestarás a nosotros y no al mundo? Respondió Jesús: —El que me ama obedecerá mi palabra y mi Padre le amará y vendremos a él y haremos morada con él. El que no me ama no obedece a mis palabras y la palabra que me habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió. Os he dicho estas cosas durante el tiempo que he estado con vosotros. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os las explicará y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo os la doy no como el mundo la da. No se angustie vuestro corazón ni tengáis miedo. Habéis oído que os he dicho: «Voy, pero vuelvo a vosotros». Si me amarais, deberíais alegraros de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, creáis. No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene poder sobre mí. Pero, para que el mundo conozca que amo al Padre, hago como el Padre me mandó que hiciera. ¡Levantaos, vámonos de aquí!
JUAN 14:6-31 La Palabra (versión española) (BLP)
Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre si no es por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre, a quien en realidad ya desde ahora conocéis y habéis visto. Entonces intervino Felipe: —Señor, muéstranos al Padre; con eso nos conformamos. Jesús le contestó: —Llevo tanto tiempo viviendo con vosotros, ¿y aún no me conoces, Felipe? El que me ve a mí, ve al Padre. Y si es así, ¿cómo me pides que os muestre al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os he enseñado no ha sido por mi propia cuenta. Es el Padre quien realiza sus obras viviendo en mí. Debéis creerme cuando afirmo que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Dad crédito, al menos, a las obras que hago. Os aseguro que el que crea en mí hará también lo que yo hago, e incluso cosas mayores. Porque yo me voy al Padre y todo lo que pidáis en mi nombre os lo concederé, para que en el Hijo se manifieste la gloria del Padre. Lo que pidáis en mi nombre, yo os lo concederé. Si me amáis, cumpliréis mis mandamientos; yo, por mi parte, rogaré al Padre para que os envíe otro Abogado que esté siempre con vosotros: el Espíritu de la verdad a quien los que son del mundo no pueden recibir porque no lo ven ni lo conocen; vosotros, en cambio, sí lo conocéis, porque vive en vosotros y está en medio de vosotros. No os dejaré huérfanos; volveré a estar con vosotros. Los que son del mundo dejarán de verme dentro de poco; pero vosotros seguiréis viéndome, porque la vida que yo tengo la tendréis también vosotros. Cuando llegue aquel día, comprenderéis que yo estoy en mi Padre, vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los cumple, es el que me ama de verdad; y el que me ama será amado por mi Padre, y también yo lo amaré y me manifestaré a él. Judas, no el Iscariote, sino el otro, le preguntó: —Señor, ¿cuál es la razón de manifestarte solo a nosotros y no a los que son del mundo? Jesús le contestó: —El que me ama de verdad se mantendrá fiel a mi mensaje; mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y haremos en él nuestra morada. Por el contrario, el que no me ama no se mantiene fiel a mi mensaje. Y este mensaje que os transmito no es mío; es del Padre que me envió. Os he dicho todo esto durante el tiempo de mi permanencia entre vosotros. Pero el Abogado, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, hará que recordéis cuanto yo os he enseñado y os lo explicará todo. La paz os dejo, mi paz os doy. Una paz que no es la que el mundo da. No viváis angustiados ni tengáis miedo. Ya habéis oído lo que os he dicho: «Me voy, pero volveré a estar con vosotros». Si de verdad me amáis, debéis alegraros de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, por adelantado, para que, cuando suceda, no dudéis en creer. Ya no hablaré mucho con vosotros, porque se acerca el que tiraniza a este mundo. Cierto que no tiene ningún poder sobre mí; pero tiene que ser así para demostrar al mundo que yo amo al Padre y que cumplo fielmente la misión que me encomendó. Levantaos. Vámonos de aquí.
JUAN 14:6-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jesús le contestó: –Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si me conocéis, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora ya le conocéis y le estáis viendo. Felipe le dijo entonces: –Señor, déjanos ver al Padre y con eso nos basta. Jesús le contestó: –Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre: ¿por qué me pides que os deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; si no, creed al menos por las propias obras. Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre yo lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre. “Si me amáis, obedeceréis mis mandamientos. Y yo pediré al Padre que os envíe otro defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con vosotros. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero vosotros lo conocéis, porque él está con vosotros y permanecerá siempre en vosotros. “No voy a dejaros abandonados: volveré para estar con vosotros. Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero vosotros me veréis, y viviréis porque yo vivo. En aquel día os daréis cuenta de que yo estoy en mi Padre, y que vosotros estáis en mí y yo en vosotros. El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también le amaré y me mostraré a él.” Judas (no el Iscariote) le preguntó: –Señor, ¿por qué vas a mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo? Jesús le contestó: –El que me ama hace caso a mi palabra; y mi Padre le amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama no hace caso a mis palabras. Las palabras que estáis escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado. “Os he dicho todo esto mientras permanezco con vosotros; pero el Espíritu Santo, el defensor que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho. “Os dejo la paz. Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis. “Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el que manda en este mundo. Él no tiene ningún poder sobre mí, pero así ha de ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha encargado. “Levantaos, vámonos de aquí.
JUAN 14:6-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. Si realmente me conocierais, conoceríais también a mi Padre. Y ya desde este momento lo conocéis y lo habéis visto. ―Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta. ―¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre vosotros, y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”? ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? Las palabras que yo os comunico, no las hablo como cosa mía, sino que es el Padre, que está en mí, el que realiza sus obras. Creedme cuando os digo que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al menos creedme por las mismas obras. Ciertamente os aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré. »Si me amáis, obedeceríais mis mandamientos. Y yo pediré al Padre, y os dará otro Consolador para que os acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero vosotros sí lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros. No os voy a dejar huérfanos; volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo ya no me verá más, pero vosotros sí me veréis. Y porque yo vivo, también vosotros viviréis. En aquel día os daréis cuenta de que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él». Judas (no el Iscariote) le dijo: ―¿Por qué, Señor, estás dispuesto a manifestarte a nosotros, y no al mundo? Le contestó Jesús: ―El que me ama obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él. El que no me ama no obedece mis palabras. Pero estas palabras que oís no son mías, sino del Padre, que me envió. »Todo esto lo digo ahora que estoy con vosotros. Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que os he dicho. La paz os dejo; mi paz os doy. Yo no os la doy como la da el mundo. No os angustiéis ni os acobardéis. »Ya me habéis oído deciros: “Me voy, pero vuelvo a vosotros”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os he dicho esto ahora, antes de que suceda, para que, cuando suceda, creáis. Ya no hablaré más con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí, pero el mundo tiene que saber que amo al Padre, y que hago exactamente lo que él me ha ordenado que haga. »¡Levantaos, vámonos de aquí!