JUAN 15:18-27
JUAN 15:18-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya. Pero como no pertenecéis al mundo, sino que yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Recordad lo que os he dicho: «El siervo no es mayor que su señor». Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si han obedecido mi palabra, también obedecerán la vuestra. Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. Si yo no hubiese venido y les hubiera hablado, tendrían excusa para su pecado; pero ahora no la tienen. El que me odia a mí también odia a mi Padre. Si yo no hubiera hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; mas ahora las han visto y me han odiado a mí y a mi Padre. Pero es así para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me odiaron . Cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad, procedente del Padre, dará testimonio acerca de mí. Y vosotros también daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.
JUAN 15:18-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Si el mundo os odia, sabed que primero me odió a mí. Si pertenecierais al mundo, el mundo os amaría como cosa propia. Pero como no pertenecéis al mundo, sino que yo os elegí y os saqué de él, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os he dicho: «Ningún siervo es superior a su amo». Como me han perseguido a mí, os perseguirán también a vosotros; y en la medida en que han puesto en práctica mi mensaje, también pondrán en práctica el vuestro. Y todo lo que hagan contra vosotros por mi causa, lo harán porque no conocen a aquel que me envió. Si yo no hubiese venido o no les hubiera hablado, no serían culpables; pero ahora ya no tienen disculpa por su pecado. El que me odia a mí, odia también a mi Padre. Si yo no hubiera realizado ante ellos cosas que nadie ha realizado, no serían culpables; pero han visto esas cosas y, a pesar de todo, siguen odiándonos a mi Padre y a mí. Pero así se cumple lo que ya estaba escrito en su ley: Me han odiado sin motivo alguno. Cuando venga el Abogado que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio en mi favor. Y también vosotros seréis mis testigos, pues no en balde habéis estado conmigo desde el principio.
JUAN 15:18-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Si el mundo os odia, sabed que a mí me odió primero. Si fuerais del mundo, la gente del mundo os amaría como ama a los suyos. Pero yo os escogí de entre los que son del mundo, y por eso el mundo os odia, porque ya no sois del mundo. Acordaos de lo que os dije: ‘Ningún sirviente es más que su amo.’ Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; y si han hecho caso a mi palabra, también harán caso a la vuestra. Todo esto van a haceros por mi causa, porque no conocen al que me envió. “Ellos no tendrían culpa alguna si yo no hubiera venido a hablarles. Pero ahora no tienen disculpa por su pecado, pues los que me odian a mí odian también a mi Padre. No tendrían culpa alguna si yo no hubiera hecho entre ellos cosas que ningún otro ha hecho; pero ya han visto estas cosas y, sin embargo, me odian a mí y odian también a mi Padre. Pero esto sucede porque tienen que cumplirse las palabras que están escritas en su ley: ‘Me odiaron sin motivo.’ “Pero cuando venga el defensor, el Espíritu de la verdad, que yo enviaré de parte del Padre, él será mi testigo. Y también vosotros seréis mis testigos, porque habéis estado conmigo desde el principio.
JUAN 15:18-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Si el mundo os aborrece, tened presente que, antes que a vosotros, me aborreció a mí. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como a los suyos. Pero vosotros no sois del mundo, sino que yo os he escogido de entre el mundo. Por eso el mundo os aborrece. Recordad lo que os dije: “Ningún siervo es más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si han obedecido mis enseñanzas, también obedecerán las vuestras. Os tratarán así por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió. Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no serían culpables de pecado. Pero ahora no tienen excusa por su pecado. El que me aborrece a mí también aborrece a mi Padre. Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro antes ha realizado, no serían culpables de pecado. Pero ahora las han visto, y sin embargo a mí y a mi Padre nos han aborrecido. Pero esto sucede para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”. »Cuando venga el Consolador, que yo os enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí. Y también vosotros daréis testimonio, porque habéis estado conmigo desde el principio.