JUAN 20:1-10
JUAN 20:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
El primer día de la semana, muy temprano, antes de amanecer, María Magdalena se dirigió al sepulcro y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Entonces fue corriendo a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien amaba Jesús, y les dijo: —Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde le han puesto. Pedro y el otro discípulo salieron inmediatamente hacia el sepulcro. Iban corriendo los dos juntos, pero el otro corrió más deprisa que Pedro y llegó primero. Se asomó al sepulcro y vio que las vendas de lino estaban allí, pero no entró. Después llegó Simón Pedro, entró en el sepulcro y vio las vendas pero el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no estaba puesto con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había venido primero al sepulcro, y al ver todo eso, creyó. Y es que hasta ese momento no habían entendido la Escritura, que dice que era necesario que él resucitase de los muertos. Después, los discípulos volvieron a sus casas.
JUAN 20:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
El primer día de la semana, muy de mañana, antes incluso de amanecer, María Magdalena fue al sepulcro y vio que estaba quitada la piedra que tapaba la entrada. Volvió entonces corriendo adonde estaban Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería y les dijo: —Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Pedro y el otro discípulo salieron inmediatamente hacia el sepulcro. Iban corriendo los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más deprisa que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se asomó al interior y vio las vendas de lino en el suelo; pero no entró. Después, tras sus huellas, llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro. Vio las vendas de lino en el suelo y vio también el paño que habían colocado alrededor de la cabeza de Jesús. Solo que el paño no estaba en el suelo con las vendas, sino bien doblado y colocado aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Y es que hasta entonces no habían entendido la Escritura, según la cual Jesús tenía que resucitar de la muerte. Después, los discípulos regresaron a casa.
JUAN 20:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio quitada la piedra que tapaba la entrada. Corrió entonces a donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, aquel a quien Jesús quería mucho, y les dijo: –¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto! Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Los dos iban corriendo juntos, pero el otro corrió más que Pedro y llegó primero al sepulcro. Se agachó a mirar y vio allí las vendas, pero no entró. Detrás de él llegó Simón Pedro, que entró en el sepulcro. Él también vio allí las vendas, y vio además que la tela que había servido para envolver la cabeza de Jesús no estaba junto a las vendas, sino enrollada y puesta aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio lo que había pasado y creyó. Y es que todavía no habían entendido lo que dice la Escritura, que él tenía que resucitar. Luego los discípulos regresaron a casa.
JUAN 20:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada. Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: ―¡Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto! Pedro y el otro discípulo se dirigieron entonces al sepulcro. Ambos fueron corriendo, pero, como el otro discípulo corría más deprisa que Pedro, llegó primero al sepulcro. Inclinándose, se asomó y vio allí las vendas, pero no entró. Tras él llegó Simón Pedro, y entró en el sepulcro. Vio allí las vendas y el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús, aunque el sudario no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar. Los discípulos regresaron a su casa