JUAN 5:30-39
JUAN 5:30-39 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo solo según lo que oigo, y mi juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió. »Si yo testifico en mi favor, ese testimonio no es válido. Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí. »Vosotros enviasteis una delegación a preguntar a Juan, y él dio un testimonio válido. Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que seáis salvos. Juan era una lámpara encendida y brillante, y vosotros decidisteis disfrutar de su luz por algún tiempo. »El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Porque esa misma tarea que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, y que estoy haciendo, es la que testifica que el Padre me ha enviado. Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Nunca habéis oído su voz, ni visto su figura, ni vive su palabra en vosotros, porque no creéis en aquel a quien él envió. Estudiáis con diligencia las Escrituras porque pensáis hallar en ellas la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!
JUAN 5:30-39 Reina Valera 2020 (RV2020)
Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Yo juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco hacer mi voluntad, sino hacer la voluntad del que me envió, del Padre. Si yo testificase acerca de mí mismo, mi testimonio carecería de valor. Es otro el que da testimonio de mí, y sé que el testimonio que da es verdadero. Vosotros enviasteis a unos mensajeros a Juan y él dio testimonio de la verdad. Y no es que yo tenga necesidad de testimonios humanos; si digo esto, es para que vosotros seáis salvos. Juan era como una antorcha encendida que alumbraba; y vosotros estuvisteis dispuestos a alegraros por algún tiempo con su luz. Pero yo tengo un testimonio más grande que el de Juan: las obras que el Padre me dio para que cumpliera, que son las mismas que yo hago, dan testimonio de mí, y de que el Padre me ha enviado. También ha dado testimonio de mí el Padre que me envió, pero jamás habéis oído su voz ni habéis visto su aspecto ni habéis acogido su palabra en vosotros porque no creéis a quien él ha enviado. Escudriñáis las Escrituras, pensando que en ellas tenéis la vida eterna y, precisamente, son las Escrituras las que dan testimonio de mí.
JUAN 5:30-39 La Palabra (versión española) (BLP)
Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Conforme el Padre me dicta, así juzgo. Mi juicio es justo, porque no pretendo actuar según mis deseos, sino según los deseos del que me ha enviado. Si me presentara como testigo de mí mismo, mi testimonio carecería de valor. Es otro el que testifica a mi favor, y yo sé que su testimonio a mi favor es plenamente válido. Vosotros mismos enviasteis una comisión a preguntar a Juan, y él dio testimonio a favor de la verdad. Y no es que yo tenga necesidad de testimonios humanos; si digo esto, es para que vosotros podáis salvaros. Juan el Bautista era como una lámpara encendida que alumbraba; y vosotros estuvisteis dispuestos a alegraros por breve tiempo con su luz. Pero yo tengo a mi favor un testimonio de mayor valor que el de Juan: las obras que el Padre me encargó llevar a feliz término, y que yo ahora realizo, son las que dan testimonio a mi favor de que el Padre me ha enviado. También habla a mi favor el Padre que me envió, aunque vosotros nunca habéis oído su voz ni habéis visto su rostro. No habéis acogido su palabra como lo prueba el hecho de que no habéis creído a su enviado. Estudiáis las Escrituras pensando que contienen vida eterna; pues bien, precisamente las Escrituras dan testimonio a mi favor.
JUAN 5:30-39 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta. Juzgo según el Padre me ordena, y mi juicio es justo, porque no trato de hacer mi voluntad sino la voluntad del Padre, que me ha enviado. Si yo diera testimonio en favor mío, mi testimonio no valdría como prueba; pero hay otro que da testimonio en mi favor, y me consta que su testimonio sí vale como prueba. Vosotros enviasteis a preguntarle a Juan, y lo que él respondió es cierto. Pero yo no dependo del testimonio de ningún hombre; solo digo esto para que vosotros podáis ser salvos. Juan era como una lámpara que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis gozar de su luz un poco de tiempo. Pero tengo a mi favor un testimonio de más valor que el de Juan. Lo que yo hago, que es lo que el Padre me encargó que hiciera, prueba que de veras el Padre me ha enviado. Y también el Padre, que me ha enviado, da testimonio a mi favor, a pesar de que nunca habéis oído su voz ni lo habéis visto ni su mensaje ha penetrado en vosotros, porque no creéis en aquel que el Padre envió. Estudiáis las Escrituras con toda atención porque esperáis encontrar en ellas la vida eterna; y precisamente las Escrituras dan testimonio de mí.