JUAN 6:16-21
JUAN 6:16-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
A la caída de la tarde, los discípulos de Jesús bajaron hasta la playa, subieron a una barca y pusieron rumbo hacia Capernaún, al otro lado del mar. Ya había oscurecido y Jesús aún no había ido a reunirse con ellos. Soplaba un fuerte viento y el mar estaba agitado. Habrían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que caminando sobre el mar se acercaba a la barca. Y tuvieron miedo. Pero él les dijo: —Yo soy. No temáis. Ellos estaban deseosos de recibirlo en la barca, y enseguida arribaron a la tierra adonde se dirigían.
JUAN 6:16-21 La Palabra (versión española) (BLP)
A la caída de la tarde, los discípulos de Jesús bajaron al lago, subieron a una barca y emprendieron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya de noche y Jesús aún no los había alcanzado. De pronto se levantó un viento fuerte que alborotó el lago. Habrían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que caminaba sobre el lago y se acercaba a la barca. Les entró mucho miedo, pero Jesús les dijo: —Soy yo. No tengáis miedo. Entonces quisieron subirlo a bordo, pero enseguida la barca tocó tierra en el lugar al que se dirigían.
JUAN 6:16-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando ya anochecía, sus discípulos bajaron al lago y subieron a una barca, y comenzaron a cruzar el lago en dirección a Capernaún. Para entonces ya había oscurecido, y Jesús todavía no se había unido a ellos. Por causa del fuerte viento que soplaba, el lago estaba picado. Habrían remado unos cinco o seis kilómetros cuando vieron que Jesús se acercaba a la barca, caminando sobre el agua, y se asustaron. Pero él les dijo: «No tengáis miedo, que soy yo». Así que se dispusieron a subirlo a bordo, y en seguida la barca llegó a la orilla adonde se dirigían.
JUAN 6:16-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al llegar la noche, los discípulos de Jesús bajaron al lago, subieron a una barca y comenzaron a cruzarlo en dirección a Cafarnaún. Era completamente de noche, y Jesús todavía no había regresado. En esto se levantó un fuerte viento que alborotó el lago. Ellos, cuando ya habían recorrido unos cinco o seis kilómetros, vieron a Jesús que se acercaba a la barca andando sobre el agua y se llenaron de miedo. Él les dijo: –¡Soy yo, no tengáis miedo! Entonces quisieron recibirle en la barca, y en un momento llegaron a la orilla adonde iban.