JUAN 8:21-29
JUAN 8:21-29 La Palabra (versión española) (BLP)
Jesús volvió a decirles: —Yo me voy. Me buscaréis, pero moriréis en vuestro pecado; y adonde yo voy, vosotros no podéis ir. Los judíos comentaban entre sí: —¿Pensará suicidarse, y por eso dice: «Adonde yo voy vosotros no podéis ir»? Jesús aclaró: —Vosotros pertenecéis a este mundo de abajo; yo pertenezco al de arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no. Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados. Porque si no creéis que «yo soy», moriréis en vuestros pecados. Los judíos le preguntaron entonces: —Pero ¿quién eres tú? Jesús les respondió: —¿No es eso lo que os vengo diciendo desde el principio? Tengo muchas cosas que decir de vosotros, y muchas que condenar. Pero lo que digo al mundo es lo que oí al que me envió, y él dice la verdad. Ellos no cayeron en la cuenta de que les estaba hablando del Padre; así que Jesús añadió: —Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, entonces reconoceréis que «yo soy» y que no hago nada por mi propia cuenta; lo que aprendí del Padre, eso enseño. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
JUAN 8:21-29 Reina Valera 2020 (RV2020)
De nuevo les dijo Jesús: —Yo me voy y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis. A donde yo voy, vosotros no podéis ir. Se preguntaban entonces los judíos: —¿Acaso pensará matarse?, y por eso dice: «A donde yo voy, vosotros no podéis ir». Y les dijo Jesús: —Vosotros sois de aquí abajo, yo soy de allí arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no. Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados. Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. Entonces le preguntaron: —¿Y quién eres tú? Jesús les respondió: —Lo que desde el principio os he dicho. Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros, pero el que me envió a mí es verdadero y lo que le he oído a él es lo que yo digo al mundo. Mas no entendieron que les hablaba del Padre. Así que Jesús añadió: —Cuando levantéis al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy y que no hago nada por mí mismo, sino que hablo de las cosas que me enseñó el Padre, porque el que me envió está conmigo. El Padre no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada.
JUAN 8:21-29 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Jesús les volvió a decir: –Yo me voy, y vosotros me buscaréis, pero moriréis en vuestro pecado. A donde yo voy vosotros no podéis ir. Los judíos decían: –¿Acaso estará pensando en matarse y por eso dice que no podemos ir a donde él va? Jesús añadió: –Vosotros sois de aquí abajo, pero yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, pero yo no soy de este mundo. Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados: porque si no creéis que yo soy, moriréis en vuestros pecados. Entonces le preguntaron: –¿Quién eres tú? Jesús les respondió: –En primer lugar, ¿por qué he de hablar con vosotros? Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros; pero el que me ha enviado dice la verdad, y lo que yo digo al mundo es lo mismo que le he oído decir a él. Pero ellos no entendieron que les hablaba del Padre. Por eso les dijo: –Cuando levantéis en alto al Hijo del hombre, reconoceréis que yo soy y que no hago nada por mi propia cuenta. Solamente digo lo que el Padre me ha enseñado. El que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo siempre hago lo que le agrada.
JUAN 8:21-29 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
De nuevo Jesús les dijo: ―Yo me voy, y vosotros me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir. Comentaban, por tanto, los judíos: «¿Acaso piensa suicidarse? ¿Será por eso que dice: “Adonde yo voy, vosotros no podéis ir”?» ―Vosotros sois de aquí abajo —continuó Jesús—; yo soy de allá arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo. Por eso os he dicho que moriréis en vuestros pecados, pues, si no creéis que yo soy quien afirmo ser, en vuestros pecados moriréis. ―¿Quién eres tú? —le preguntaron. ―En primer lugar, ¿qué tengo que explicaros? —contestó Jesús—. Son muchas las cosas que tengo que decir y juzgar de vosotros. Pero el que me envió es veraz, y lo que le he oído decir es lo mismo que le repito al mundo. Ellos no entendieron que les hablaba de su Padre. Por eso Jesús añadió: ―Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, sabréis que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo que el Padre me ha enseñado. El que me envió está conmigo; no me ha dejado solo, porque siempre hago lo que le agrada.