JOB 23:1-10
JOB 23:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Respondió Job: Hoy también hablaré con amargura, porque es más grave mi llaga que mi gemido. ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su morada, expondría mi causa delante de él y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría lo que él me respondiese y entendería lo que me dijera. ¿Contendería conmigo con la grandeza de su fuerza? ¡No, sino que él me atendería! Allí el justo razonaría con él y yo escaparía para siempre de mi juez. Si me dirijo al oriente, no lo encuentro; si al occidente, no lo descubro. Si él muestra su poder en el norte, yo no lo veo; ni tampoco lo veo si se oculta en el sur. Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro.
JOB 23:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Job respondió así: También hoy me lamento y me rebelo pues su mano multiplica mis gemidos. ¡Si supiera al menos dar con él, si pudiese entrar en su morada! Expondría mi causa ante él, llenaría mi boca de razones; sabría en qué términos se defiende, entendería lo que quiere decirme. ¿Recurriría en el pleito a su gran fuerza? No creo; me escucharía con atención. Yo discutiría limpiamente con él y ganaría finalmente el caso. Mas voy a Oriente y no está allí; a Occidente y no puedo distinguirlo; se oculta en el Norte y no lo veo; escondido en el Sur, no lo descubro. Él, en cambio, conoce mis andanzas; si me prueba, saldré purificado como el oro.
JOB 23:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Una vez más mis quejas son amargas, porque Dios ha descargado su mano sobre mí. ¡Ojalá supiera yo dónde encontrarlo y cómo llegar a donde vive! Presentaría ante él mi caso, pues me sobran argumentos. ¡Ya sabría cómo responder a lo que él me contestara! Pero él no usaría la fuerza como argumento, sino que me escucharía y reconocería que tengo razón; me declararía inocente, ¡me dejaría libre para siempre! Pero busco a Dios por oriente, y no está allí; lo busco por occidente, y no lo encuentro. Me dirijo al norte, y no lo veo; me vuelvo al sur, y no lo percibo. Él conoce cada uno de mis pasos; puesto a prueba, saldré puro como el oro.
JOB 23:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
A esto respondió Job: «Mi queja sigue siendo amarga; gimo bajo el peso de su mano. ¡Ah, si supiera yo dónde encontrar a Dios! ¡Si pudiera llegar adonde él habita! Ante él expondría mi caso; llenaría mi boca de argumentos. Podría conocer su respuesta, y trataría de entenderla. ¿Disputaría él conmigo, con todo su poder? ¡Claro que no! ¡Ni me acusaría! Ante él cualquier hombre recto podría presentar su caso, y yo sería absuelto para siempre delante de mi juez. »Si me dirijo hacia el este, no está allí; si me encamino al oeste, no lo encuentro. Si está ocupado en el norte, no lo veo; si se vuelve al sur, no alcanzo a percibirlo. Él, en cambio, conoce mis caminos; si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro.