JOB 3:2-5
JOB 3:2-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Y dijo: ¡Perezca el día en que yo nací y la noche en que se dijo: «Un hombre ha sido dado a luz»! Que aquel día se vuelva sombrío; que no cuide de él Dios desde arriba ni haya luz que sobre él resplandezca. Cúbranlo tinieblas y sombra de muerte, y repose sobre él nublado que lo haga horrible como día tenebroso.
JOB 3:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Job habló por fin y maldijo así su día: ¡Muera el día en que nací y la noche que anunció: «Se ha concebido un varón»! Que ese día se vuelva tinieblas, que en lo alto Dios prescinda de él, que la luz no lo ilumine. Que sombrías tinieblas lo reclamen, que se ciernan sobre él nubarrones, que un eclipse lo llene de espanto.
JOB 3:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por fin Job rompió su silencio y maldijo el día en que había nacido. ¡Maldita sea la noche en que fui concebido! ¡Maldito el día en que nací! ¡Ojalá aquel día se hubiera convertido en noche, y Dios lo hubiera pasado por alto y no hubiera amanecido! ¡Ojalá una sombra espesa lo hubiera oscurecido, una nube negra lo hubiera envuelto o un eclipse lo hubiera llenado de terror!
JOB 3:2-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Dijo así: «Que perezca el día en que fui concebido y la noche en que se anunció: “¡Ha nacido un niño!” Que ese día se vuelva oscuridad; que Dios en lo alto no lo tenga en cuenta; que no brille en él ninguna luz. Que las tinieblas y las más pesadas sombras vuelvan a reclamarlo; Que una nube lo cubra con su sombra; que la oscuridad domine su esplendor.