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JOSUÉ 24:1-15

JOSUÉ 24:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)

Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquem, y llamó a los ancianos de Israel, a sus jefes, sus jueces y sus oficiales. Todos se presentaron delante de Dios. Josué dijo a todo el pueblo: —Así dice el Señor, el Dios de Israel: Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abrahán y de Nacor, y servían a dioses extraños. Yo tomé a vuestro padre Abrahán del otro lado del río y lo traje por toda la tierra de Canaán, aumenté su descendencia y le di a Isaac. A Isaac le di a Jacob y a Esaú. A Esaú le di en posesión los montes de Seír, pero Jacob y sus hijos descendieron a Egipto. Entonces yo envié a Moisés y a Aarón, y castigué a Egipto con lo que hice en medio de él, y después os saqué. Saqué a vuestros padres de Egipto, y llegaron al mar; los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el mar Rojo con carros y caballería. Cuando ellos clamaron al Señor, él interpuso una gran oscuridad entre vosotros y los egipcios, e hizo volver sobre ellos el mar, el cual los cubrió. Vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto. Yo os introduje en la tierra de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán, ellos pelearon contra vosotros, pero yo los entregué en vuestras manos; ocupasteis su tierra, porque yo los exterminé de delante de vosotros. Después se levantó Balac hijo de Zipor, rey de los moabitas, a pelear contra Israel, y mandó llamar a Balaam hijo de Beor para que os maldijera. Pero yo no quise escuchar a Balaam, por lo cual os bendijo repetidamente, y os libré de sus manos. Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó, pero los habitantes de Jericó pelearon contra vosotros: los amorreos, ferezeos, cananeos, heteos, gergeseos, heveos y jebuseos, y yo los entregué en vuestras manos. Envié delante de vosotros tábanos, los cuales echaron a los dos reyes amorreos antes de llegar vosotros; no fue con tu espada ni con tu arco. Os di la tierra por la cual no trabajasteis y las ciudades que no edificasteis, y en las que ahora habitáis; y coméis de las viñas y olivares que no plantasteis. Ahora, pues, honrad al Señor y servidlo con integridad y verdad; quitad de en medio de vosotros los dioses a los que sirvieron vuestros padres al otro lado del río y en Egipto, y servid al Señor. Si mal os parece servir al Señor, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos al Señor.

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JOSUÉ 24:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)

Josué reunió en Siquén a todas las tribus de Israel, convocando a los ancianos de Israel, a sus jefes, jueces y funcionarios. Una vez que se presentaron ante Dios, Josué dijo a todo el pueblo: —Esto dice el Señor, Dios de Israel: Vuestros antepasados, en particular Téraj, padre de Abrahán y de Najor, habitaban antaño al otro lado del Río y rendían culto a otros dioses. Yo tomé a vuestro padre Abrahán del otro lado del Río, le hice recorrer toda la tierra de Canaán y multipliqué su descendencia dándole a Isaac. A Isaac le di dos hijos: Jacob y Esaú. A Esaú le di en posesión la montaña de Seír. Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. Envié después a Moisés y Aarón y castigué a los egipcios obrando prodigios en medio de ellos. Luego os saqué de allí. Saqué de Egipto a vuestros padres y llegasteis hasta el mar. Los egipcios persiguieron a vuestros padres con sus carros y caballos hasta el mar de las Cañas. Clamaron entonces al Señor que interpuso una oscura nube entre vosotros y los egipcios, al tiempo que el mar se abalanzaba sobre ellos y los anegó. Habéis visto con vuestros propios ojos lo que hice con Egipto. Después habitasteis largo tiempo en el desierto. Os introduje luego en el país de los amorreos, que habitaban al otro lado del Jordán; ellos os declararon la guerra, pero yo los entregué en vuestras manos; los exterminé al llegar vosotros y así fue como pudisteis ocupar su territorio. Balac, hijo de Zipor, que era a la sazón rey de Moab, se propuso pelear contra Israel. Al efecto mandó llamar a Balaán, hijo de Beor, para que os maldijera. Pero como yo no quise escuchar a Balaán, no tuvo más remedio que bendeciros. De esta manera yo os libré de las manos de Balac. Pasasteis después el Jordán y llegasteis a Jericó. Los jefes de Jericó os hicieron la guerra; y lo mismo hicieron los amorreos, los fereceos, los cananeos, los hititas, los guirgaseos, los jeveos y los jebuseos, pero yo os los entregué. Mandé delante de vosotros avispas que, al llegar vosotros, pusieron en fuga a los dos reyes amorreos; es algo que no debes a tu espada ni a tu arco. Os he dado una tierra que no habéis ganado con vuestro sudor, unas ciudades que no habéis edificado y en las que, sin embargo, habitáis; viñedos y olivares que no habéis plantado y de cuyos frutos os alimentáis. Ahora, pues, respetad al Señor y servidle con todo esmero y lealtad; quitad de en medio los dioses a los que dieron culto vuestros antepasados en Mesopotamia y en Egipto y rendid culto al Señor. Pero, si os parece duro rendir culto al Señor, elegid hoy a quién queréis rendir culto, si a los dioses a quienes adoraron vuestros antepasados en Mesopotamia o a los dioses de los amorreos en cuyo país habitáis ahora. Yo y mi casa rendiremos culto al Señor.

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JOSUÉ 24:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Josué reunió en Siquem a todas las tribus de Israel. Llamó a los ancianos, jefes, jueces y oficiales y, en presencia del Señor, dijo a todo el pueblo: –Esto dice el Señor y Dios de Israel: ‘Antiguamente, Thérah y sus hijos Abraham y Nahor, vuestros antepasados, vivían a orillas del río Éufrates y adoraban a otros dioses. De las orillas del Éufrates tomé a Abraham, y le hice andar por toda la región de Canaán. Le hice crecer en número, dándole primero a su hijo Isaac; y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le di la región montañosa de Seír, pero Jacob y sus hijos se fueron a Egipto. Entonces envié a Moisés y Aarón, y herí de muerte a los egipcios, hasta que os saqué de allí. Cuando vuestros antepasados salieron de Egipto, los egipcios los persiguieron con carros de guerra y caballos hasta el mar Rojo. Ellos me llamaron, y yo puse una gran oscuridad entre ellos y los egipcios, e hice que el mar cayera sobre los egipcios y los cubriera. Vosotros fuisteis testigos de lo que hice en Egipto. ‘Después pasasteis mucho tiempo en el desierto, hasta que os traje a la tierra de los amorreos, en el lado oriental del Jordán. Ellos pelearon contra vosotros, pero yo los hice caer en vuestras manos y vosotros los derrotasteis y os adueñasteis de la región. Después Balac, hijo de Sipor, rey de los moabitas, vino a pelear contra vosotros. Balac mandó ir en busca de Balaam, el hijo de Beor, para que os maldijera; pero yo no dejé que Balaam os maldijera, y tuvo que bendeciros. Así os salvé. Entonces cruzasteis el río Jordán y llegasteis hasta Jericó. Los que vivían en Jericó (amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos) pelearon contra vosotros, pero yo hice que los derrotarais. A los dos reyes amorreos no los derrotasteis con espadas ni con arcos, sino que yo envié mi pánico delante de vosotros, de modo que ellos huyeron antes de que llegarais. Yo os di tierras que no habíais trabajado y ciudades que no habíais construido. Ahora vivís en ellas, y coméis uvas y aceitunas que no plantasteis. Y añadió Josué: –Por todo esto, respetad al Señor y servidle con sinceridad y lealtad. Apartaos de los dioses que vuestros antepasados adoraron a orillas del río Éufrates y en Egipto, y servid al Señor. Pero si no queréis servir al Señor, elegid hoy a quién vais a servir: si a los dioses a los que vuestros antepasados servían a orillas del Éufrates, o a los dioses de los amorreos que viven en esta tierra. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor.

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JOSUÉ 24:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Josué reunió a todas las tribus de Israel en Siquén. Allí convocó a todos los jefes, líderes, jueces y oficiales del pueblo. Todos se reunieron en presencia de Dios. Josué se dirigió a todo el pueblo, y le exhortó: ―Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Hace mucho tiempo, vuestros antepasados, Téraj y sus hijos Abraham y Najor, vivían al otro lado del río Éufrates, y adoraban a otros dioses. Pero yo tomé de ese lugar a vuestro antepasado Abraham, lo conduje por toda la tierra de Canaán y le di una descendencia numerosa. Primero le di un hijo, Isaac; y a Isaac le di dos hijos, Jacob y Esaú. A Esaú le entregué la serranía de Seír, en tanto que Jacob y sus hijos descendieron a Egipto. »”Tiempo después, envié a Moisés y Aarón, y herí con plagas a Egipto hasta que os saqué a vosotros de allí. Cuando saqué de ese país a vuestros antepasados, vosotros llegasteis al Mar Rojo y los egipcios os persiguieron con sus carros de guerra y su caballería. Vuestros antepasados clamaron al SEÑOR, y él interpuso oscuridad entre ellos y los egipcios. El SEÑOR hizo que el mar cayera sobre estos y los cubriera. Vosotros fuisteis testigos de lo que les hice a los egipcios. Después de esto, vuestros antepasados vivieron en el desierto durante mucho tiempo. A vosotros os traje a la tierra de los amorreos, los que vivían al este del río Jordán. Cuando ellos os hicieron la guerra, yo los entregué en vuestras manos; vosotros fuisteis testigos de cómo los destruí para que poseyerais su tierra. Y, cuando Balac, hijo de Zipor y rey de Moab, se dispuso a presentaros combate, él envió al profeta Balán hijo de Beor para que os maldijera. Pero yo no quise escuchar a Balán, por lo cual él os bendijo una y otra vez, y así os salvé de su poder. Finalmente, cruzasteis el río Jordán y llegasteis a Jericó, cuyos habitantes pelearon contra vosotros. Lo mismo hicieron los amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos y jebuseos. Pero yo los entregué en vuestras manos. No fuisteis vosotros quienes, con vuestras espadas y arcos, derrotasteis a los dos reyes amorreos; fui yo quien por causa vuestra envié tábanos, para que expulsaran de la tierra a vuestros enemigos. A vosotros os entregué una tierra que no trabajasteis y ciudades que no construisteis. Vivisteis en ellas y os alimentasteis de viñedos y olivares que no plantasteis”. »Por lo tanto, ahora vosotros entregaos al SEÑOR y servidle fielmente. Deshaceos de los dioses que vuestros antepasados adoraron al otro lado del río Éufrates y en Egipto, y servid solo al SEÑOR. Pero, si os parece mal servir al SEÑOR, elegid vosotros mismos a quiénes vais a servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora habitáis. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al SEÑOR».

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