LAMENTACIONES 1:18-22
LAMENTACIONES 1:18-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor hizo lo debido, porque me opuse a sus mandatos. ¡Escuchadme, pueblos todos; contemplad mi dolor! ¡Mis jóvenes y jovencitas han sido llevados cautivos! Pedí ayuda a mis amantes, pero ellos me traicionaron. Mis sacerdotes y mis ancianos murieron en la ciudad: ¡andaban en busca de alimentos para poder sobrevivir! ¡Mira, Señor, mi angustia! ¡Siento que me estalla el pecho! El dolor me oprime el corazón cuando pienso en lo rebelde que he sido. Allá fuera, la espada mata a mis hijos, y aquí dentro también hay muerte. La gente escucha mis lamentos, pero no hay quien me consuele. Todos mis enemigos saben de mi mal y se alegran de que tú lo hayas hecho. ¡Haz que venga el día que tienes anunciado, y que les vaya a ellos como me ha ido a mí! Haz que llegue a tu presencia toda la maldad que han cometido; trátalos por sus pecados como me has tratado a mí, pues es mucho lo que lloro. ¡Tengo enfermo el corazón!
LAMENTACIONES 1:18-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pero el Señor es justo, pues yo me había rebelado contra su palabra. Oíd ahora, pueblos todos, ved mi dolor: mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio. Llamé a voces a mis amantes, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos perecieron en la ciudad, mientras buscaban comida para seguir viviendo. Mira, Señor, que estoy atribulada, que mis entrañas hierven; mi corazón se trastorna dentro de mí, porque me he rebelado en gran manera. Por fuera hace estragos la espada; por dentro se enseñorea la muerte. Me han oído gemir, mas no hay quien me consuele. Todos mis enemigos han sabido de mi mal y se alegran de lo que tú hiciste; pero tú harás venir el día que has anunciado, y serán como yo. Suba ante ti toda su maldad, y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones, porque muchos son mis suspiros y mi corazón está adolorido.
LAMENTACIONES 1:18-22 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor ha sido justo, pues me opuse a su mandato. Escuchadme, pueblos todos, y contemplad mi dolor: mis jóvenes y doncellas se marcharon al destierro. Pedí auxilio a mis amantes, pero ellos me traicionaron. Mis sacerdotes y ancianos murieron en la ciudad buscando algún alimento con que reanimar sus vidas. Contempla, Señor, mi angustia: mis entrañas se estremecen, dentro el corazón se agita porque he sido muy rebelde. Fuera me quedo sin hijos y en casa ronda la muerte. Aunque escuchan mis gemidos, ¡no hay nadie que me consuele! Mi enemigo oye mi mal y celebra lo que has hecho. ¡Haz que llegue el día anunciado y corra mi misma suerte! Ten presente su maldad y trátalo a él también como me has tratado a mí por todas mis rebeldías. ¡Que son muchos mis lamentos y mi corazón flaquea!
LAMENTACIONES 1:18-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
«El SEÑOR es justo, pero yo me rebelé contra sus leyes. Escuchad, vosotros los pueblos; fijaos en mi sufrimiento. Mis jóvenes y mis doncellas han marchado al destierro. »Llamé a mis amantes, pero ellos me traicionaron. Mis sacerdotes y mis ancianos perecieron en la ciudad, mientras buscaban alimentos para mantenerse con vida. »¡Mírame, SEÑOR, que me encuentro angustiada! ¡Siento una profunda agonía! Mi corazón está desconcertado, pues he sido muy rebelde. Allá afuera, la espada me deja sin hijos; aquí adentro, hay un ambiente de muerte. »La gente ha escuchado mi gemir, pero no hay quien me consuele. Todos mis enemigos conocen mi pesar y se alegran de lo que has hecho conmigo. ¡Manda ya tu castigo anunciado, para que sufran lo que he sufrido! »¡Que llegue a tu presencia toda su maldad! ¡Trátalos como me has tratado a mí por causa de todos mis pecados! Son muchos mis gemidos, y mi corazón desfallece».