LEVÍTICO 12:1-8
LEVÍTICO 12:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
El Señor dijo a Moisés: —Habla a los hijos de Israel: La mujer, cuando conciba y dé a luz un hijo varón, quedará impura durante siete días; como en los días de su menstruación, será impura. Al octavo día se circuncidará al niño. Pero ella permanecerá treinta y tres días purificándose de su sangre. Ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que se cumplan los días de su purificación. Si da a luz una hija, quedará impura durante dos semanas, como durante su período menstrual, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre. Cuando los días de su purificación se cumplan, ya sea por un hijo o una hija, llevará al sacerdote un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo de reunión. El sacerdote los ofrecerá delante del Señor y hará expiación por ella. Así quedará limpia de su flujo de sangre. Esta es la ley para la que da a luz un hijo o una hija. Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación. El sacerdote hará expiación por ella, y quedará limpia.
LEVÍTICO 12:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
El Señor dijo a Moisés: —Di a los israelitas: cuando una mujer quede embarazada y dé a luz un hijo varón, será considerada impura durante siete días, como es considerada impura cuando tiene la menstruación. Al octavo día, el niño será circuncidado. Luego la mujer deberá permanecer en su casa treinta y tres días purificando su sangre. No tocará ninguna cosa consagrada ni entrará en el santuario hasta que haya pasado el período de su purificación. Si diera a luz una niña, entonces será considerada impura por dos semanas, como es considerada impura cuando tiene la menstruación. Luego deberá permanecer en su casa sesenta y seis días purificando su sangre. Cuando haya pasado el tiempo de su purificación, sea por un niño o por una niña, traerá al sacerdote, a la entrada de la Tienda del encuentro, un cordero de un año para ofrecerlo en holocausto y un pichón o una tórtola para ofrecerlo como ofrenda de purificación. El sacerdote los ofrecerá al Señor y hará la expiación por la mujer, que quedará así purificada del flujo de su sangre. Este es el ritual a seguir con respecto a la mujer que da a luz un hijo, sea hombre o mujer. Si no tiene medios suficientes para ofrecer un cordero, traerá dos tórtolas o dos pichones: ofrecerá uno como holocausto y el otro como ofrenda de purificación. El sacerdote hará el rito de expiación por ella y quedará purificada.
LEVÍTICO 12:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Diles esto a los israelitas: Cuando una mujer quede embarazada y dé a luz un varón, será impura durante siete días, como cuando tiene su periodo natural. El niño será circuncidado a los ocho días de nacido. La madre, sin embargo, continuará purificándose de su sangre treinta y tres días más. No podrá tocar ninguna cosa consagrada ni entrar en el santuario mientras no se cumpla el término de su purificación. Pero si da a luz una niña, será impura durante dos semanas, como en el caso de su periodo natural, y seguirá purificándose de su sangre sesenta y seis días más. “Cuando se cumpla el término de la purificación, sea por un niño o por una niña, la madre llevará a la entrada de la tienda del encuentro un cordero de un año para ofrecerlo en holocausto, y un pichón o una tórtola como sacrificio por el pecado. Se los entregará al sacerdote, y el sacerdote los ofrecerá ante el Señor para pedir el perdón de ella; así ella quedará purificada de su flujo de sangre.” Estas son las instrucciones relativas al nacimiento de un niño o una niña. Y si la madre no tiene lo suficiente para un cordero, podrá tomar dos tórtolas o dos pichones, uno para ofrecerlo en holocausto y otro como sacrificio por el pecado; entonces el sacerdote pedirá el perdón de ella, y quedará purificada.
LEVÍTICO 12:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando una mujer conciba y dé a luz un niño, quedará impura durante siete días, como lo es en el tiempo de su menstruación. Al octavo día, el niño será circuncidado. La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni irá al santuario, hasta que termine su período de purificación. »Si da a luz una niña, la madre quedará impura durante dos semanas, como lo es en el tiempo de su menstruación, y permanecerá sesenta y seis días más purificándose de su flujo de sangre. »Una vez cumplido su período de purificación, sea que haya tenido un niño o una niña, tomará un cordero de un año como holocausto, y un pichón de paloma o una tórtola como sacrificio expiatorio, y los llevará al sacerdote, a la entrada de la Tienda de reunión, quien los ofrecerá ante el SEÑOR. Así el sacerdote hará propiciación por la mujer, y la purificará de su flujo de sangre. »Esta es la ley concerniente a la mujer que dé a luz un niño o una niña. Pero, si no le alcanza para comprar un cordero, tomará dos tórtolas o dos pichones de paloma, uno como holocausto y el otro como sacrificio expiatorio. Así el sacerdote hará propiciación por la mujer, y ella quedará purificada».