Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

LEVÍTICO 27:1-15

LEVÍTICO 27:1-15 Reina Valera 2020 (RV2020)

El Señor dijo a Moisés: —Habla a los hijos de Israel: Cuando alguien haga un voto especial al Señor, si es concerniente a personas la estimación de su valor será la siguiente: Al hombre de veinte años hasta sesenta, lo valorarás en cincuenta monedas de plata, según el peso oficial del santuario. Si es mujer, la valorarás en treinta monedas de plata. Si tiene entre cinco y veinte años, al hombre lo valorarás en veinte monedas de plata, y a la mujer en diez. Entre un mes y hasta cinco años, valorarás al hombre en cinco monedas de plata, y a la mujer en tres. Pero si tiene sesenta años o más, al hombre lo valorarás en quince monedas, y a la mujer en diez. Pero si el que ha hecho el voto es muy pobre para pagar lo tasado, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio de acuerdo con los recursos de quien hizo el voto. Si se trata de un animal de los que se pueden ofrecer al Señor, todo lo que de los tales se dé al Señor será santo. No se podrá cambiar ni sustituir, ni bueno por malo ni malo por bueno; si un animal es cambiado por otro, uno y otro se considerarán como algo sagrado. Si se trata de algún animal inmundo, de los que no se pueden ofrecer al Señor, entonces el animal será puesto delante del sacerdote, y el sacerdote lo valorará, sea bueno o sea malo; conforme a la estimación del sacerdote, así será. Y si lo quiere rescatar, añadirá a tu valuación la quinta parte. Cuando alguien dedique su casa y la consagre al Señor, el sacerdote la valorará, sea buena o sea mala; según la valore el sacerdote, así quedará. Pero si el que dedicó su casa desea rescatarla, añadirá a tu valuación la quinta parte de su valor, y será suya.

LEVÍTICO 27:1-15 La Palabra (versión española) (BLP)

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: —Habla a los israelitas y diles: Cuando alguien haga un voto al Señor, si es concerniente a personas lo tasarás así: a un varón de veinte hasta sesenta años lo valorarás en cincuenta siclos de plata, según el valor del siclo del santuario; a una mujer la valorarás en treinta siclos. De cinco hasta veinte años, al varón lo valorarás en veinte siclos y a la mujer en diez siclos. De un mes hasta cinco años, valorarás al varón en cinco siclos de plata y a la mujer en tres siclos de plata. Si tienen más de setenta años, al varón lo valorarás en quince siclos y a la mujer en diez siclos. Pero si el que ha hecho el voto es muy pobre para pagar lo tasado, entonces será llevado ante el sacerdote, quien fijará el precio de acuerdo con los recursos de quien hizo el voto. Si el voto es concerniente a un animal de los que pueden ser presentados como ofrenda al Señor, todo animal ofrecido al Señor será considerado como algo sagrado. No se podrá cambiar ni sustituir, ni bueno por malo ni malo por bueno; si un animal es cambiado por otro, uno y otro se considerarán como algo sagrado. Si se trata de animales impuros, que no pueden ser presentados como ofrenda al Señor, entonces el animal será presentado al sacerdote, que lo tasará, según sea bueno o sea malo, y el oferente tendrá que atenerse a la tasación del sacerdote. Pero si quien lo ofrece quiere más tarde rescatarlo, deberá añadir una quinta parte del valor sobre lo tasado. Si alguien consagra su casa al Señor, el sacerdote la tasará, según sea buena o sea mala, y habrá que atenerse a la tasación del sacerdote. Si el que consagró su casa al Señor desea más tarde rescatarla, deberá añadir una quinta parte del valor sobre lo tasado, y la casa quedará en su poder.

LEVÍTICO 27:1-15 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: “Diles esto a los israelitas: Cuando alguien quiera pagar una promesa al Señor conforme al valor correspondiente a una persona, para un varón de veinte a sesenta años fijarás una contribución de cincuenta monedas de plata, según la medida oficial del santuario; en el caso de una mujer, la contribución será de treinta monedas. Para las personas de cinco a veinte años, la contribución será de veinte monedas si es hombre, y de diez monedas si es mujer. Para los niños de un mes a cinco años, la contribución será de cinco monedas de plata, y de tres para las niñas. Para las personas mayores de sesenta años, la contribución será de quince monedas para los hombres, y de diez monedas para las mujeres. Y si la persona es demasiado pobre para pagar la contribución establecida, se llevará el caso al sacerdote, para que este fije una nueva contribución de acuerdo con las posibilidades del que hizo la promesa. “En el caso de los animales que se pueden ofrecer al Señor, todo animal que se entregue al Señor quedará consagrado, y no podrá ser cambiado por otro animal, ya sea éste mejor o peor. En caso de cambio, tanto el animal ofrecido como el animal dado a cambio quedarán consagrados. “En el caso de un animal impuro, que no puede ser ofrecido al Señor, se llevará el animal al sacerdote para que este fije la contribución correspondiente, según la calidad del animal. La contribución fijada por el sacerdote deberá ser aceptada, y si se quiere recuperar el animal, deberá darse una quinta parte más de la contribución establecida. “Si alguien consagra su casa al Señor, el sacerdote establecerá su valor según la calidad de la casa. El cálculo del sacerdote deberá ser aceptado. Pero en caso de que el que consagró la casa quiera rescatarla, deberá dar una quinta parte más del valor en que había sido calculada, y la casa volverá a ser suya.

LEVÍTICO 27:1-15 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien quiera hacerle al SEÑOR un voto especial equivalente al valor de una persona, se aplicará el siguiente cálculo: »Por los varones de veinte a sesenta años de edad se pagarán cincuenta monedas de plata, según la tasación oficial del santuario. »Por las mujeres se pagarán treinta monedas de plata. »Por los varones de cinco a veinte años de edad se pagarán veinte monedas, y diez monedas por las mujeres de la misma edad. »Por los niños de un mes a cinco años se pagarán cinco monedas, y tres monedas por las niñas de la misma edad. »Por los varones mayores de sesenta años se pagarán quince monedas, y diez monedas por las mujeres de la misma edad. »Si quien hace el voto es tan pobre que ni el precio estipulado puede pagar, se le hará comparecer ante el sacerdote, el cual fijará el valor a pagar, según los recursos de quien haga el voto. »Si lo que se presenta como ofrenda al SEÑOR es un animal, este quedará consagrado por haber sido ofrecido al SEÑOR. No podrá cambiarse ni sustituirse un animal bueno por uno malo, ni un animal malo por uno bueno. Si se cambia un animal por otro, ambos quedarán consagrados. »Si lo que se presenta como ofrenda al SEÑOR es un animal impuro, se llevará el animal ante el sacerdote, quien determinará el valor del animal. El cálculo aplicado por el sacerdote deberá aceptarse, cualquiera que este sea. Si el dueño quiere rescatar el animal, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote. »Si alguno consagra su casa al SEÑOR, el sacerdote determinará su valor. El cálculo aplicado por el sacerdote deberá aceptarse, cualquiera que este sea. Si el que consagró su casa quiere rescatarla, deberá añadir una quinta parte al valor que haya fijado el sacerdote, y la casa volverá a ser suya.