LUCAS 13:1-8
LUCAS 13:1-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
En ese momento estaban allí algunos que le contaron a Jesús el caso de aquellos galileos a quienes Pilato había hecho matar cuando ofrecían el sacrificio, mezclando así su sangre con la de los animales sacrificados. Les respondió Jesús: —¿Pensáis que estos galileos padecieron tales cosas porque eran más pecadores que los demás galileos? Os digo yo que no. Más bien, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿O pensáis que aquellos dieciocho sobre quienes cayó la torre en Siloé y los mató eran más culpables que el resto de los habitantes de Jerusalén? Os digo yo que no. Más bien, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. Dijo también esta parábola: —Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Cuando vino a buscar fruto no lo halló. Y dijo al viñador: «Ya hace tres años que vengo a buscar fruto de esta higuera y no lo hallo. Córtala porque está ocupando inútilmente la tierra». El viñador respondió: «Señor, déjala todavía este año, hasta que yo la excave y la abone.
LUCAS 13:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Por aquel mismo tiempo se presentaron unos a Jesús y le hablaron de aquellos galileos a quienes Pilato había hecho matar cuando ofrecían el sacrificio, mezclando así su sangre con la de los animales sacrificados. Jesús dijo: —¿Creéis vosotros que esos galileos sufrieron tal suerte porque fueran más pecadores que los demás galileos? Pues yo os digo que no. Y añadiré que, si no os convertís, todos vosotros pereceréis igualmente. ¿O creéis que aquellos dieciocho que murieron al derrumbarse la torre de Siloé eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Pues yo os digo que no. Y añadiré que, si no os convertís, todos vosotros pereceréis de forma semejante. Jesús les contó entonces esta parábola: —Un hombre había plantado una higuera en su viña; pero cuando fue a buscar higos en ella, no encontró ninguno. Entonces dijo al que cuidaba la viña: «Ya hace tres años que vengo en busca de higos a esta higuera, y nunca los encuentro. Así que córtala, para que no ocupe terreno inútilmente». Pero el viñador le contestó: «Señor, déjala un año más. Cavaré la tierra alrededor de ella y le echaré abono.
LUCAS 13:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Por aquel mismo tiempo fueron unos a ver a Jesús, y le contaron lo que Pilato había hecho: sus soldados mataron a unos galileos cuando estaban ofreciendo sacrificios, y la sangre de esos galileos se mezcló con la sangre de los animales que sacrificaban. Jesús les dijo: “¿Pensáis que aquellos galileos murieron así por ser más pecadores que los demás galileos? Os digo que no, y que si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis. ¿O creéis que aquellos dieciocho que murieron cuando la torre de Siloé les cayó encima, eran más culpables que los demás que vivían en Jerusalén? Os digo que no, y que si vosotros no os volvéis a Dios, también moriréis.” Jesús les contó esta parábola: “Un hombre había plantado una higuera en su viña, pero cuando fue a ver si tenía higos no encontró ninguno. Así que dijo al hombre que cuidaba la viña: ‘Mira, hace tres años que vengo a esta higuera en busca de fruto, pero nunca lo encuentro. Córtala. ¿Para qué ha de ocupar terreno inútilmente?’ Pero el que cuidaba la viña le contestó: ‘Señor, déjala todavía este año. Cavaré la tierra a su alrededor y le echaré abono.
LUCAS 13:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En aquella ocasión, algunos que habían llegado contaron a Jesús cómo Pilato había dado muerte a unos galileos cuando ellos ofrecían sus sacrificios. Jesús les respondió: «¿Pensáis que esos galileos, por haber sufrido así, eran más pecadores que todos los demás? ¡Os digo que no! De la misma manera, todos vosotros pereceréis, a menos que os arrepientan. ¿O pensáis que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén? ¡Os digo que no! De la misma manera, todos vosotros pereceréis, a menos que os arrepintáis». Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero, cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada. Así que le dijo al viñador: “Mira, ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no he encontrado nada. ¡Córtala! ¿Para qué ha de ocupar terreno?” “Señor —le contestó el viñador—, déjala todavía por un año más, para que yo pueda cavar a su alrededor y echarle abono.