LUCAS 13:10-17
LUCAS 13:10-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Estaba Jesús enseñando en una sinagoga un sábado y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años padecía una enfermedad causada por un espíritu: estaba encorvada y de ninguna manera podía enderezarse completamente. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —Mujer, eres libre de tu enfermedad. Puso las manos sobre ella. La mujer se enderezó al instante y glorificaba a Dios. Pero el principal dirigente de la sinagoga, enojado por el hecho de que Jesús hubiera sanado en sábado, dijo a la multitud: —Seis días hay en que se debe trabajar. Venid a curaros en esos días y no en sábado. El Señor le respondió: —¡Hipócritas! ¿No desata en sábado cada uno de vosotros su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta mujer descendiente de Abrahán, a quien Satanás había atado durante dieciocho años, ¿no se le debía desatar esta ligadura en sábado? Al decir él estas cosas, todos sus adversarios quedaron avergonzados. Sin embargo, todo el pueblo se alegraba de los hechos portentosos que Jesús realizaba.
LUCAS 13:10-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Un sábado estaba Jesús enseñando en la sinagoga. Había allí una mujer a la que un espíritu maligno tenía enferma desde hacía dieciocho años. Se había quedado encorvada y era absolutamente incapaz de enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: —Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella. En el mismo instante, la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. El jefe de la sinagoga, irritado porque Jesús había hecho una curación en sábado, dijo a todos los presentes: —Seis días hay para trabajar. Venid uno de esos días a que os curen y no precisamente el sábado. Pero el Señor le respondió: —¡Hipócritas! ¿Quién de vosotros no desata su buey o su asno del pesebre y los lleva a beber aunque sea sábado? Pues esta mujer, que es descendiente de Abrahán, a la que Satanás tenía atada desde hace dieciocho años, ¿acaso no debía ser liberada de sus ataduras incluso en sábado? Al decir Jesús esto, todos sus adversarios quedaron avergonzados. Por su parte, el pueblo se alegraba de las obras prodigiosas que él hacía.
LUCAS 13:10-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un sábado se puso Jesús a enseñar en una sinagoga. Había allí una mujer que estaba enferma desde hacía dieciocho años. Un espíritu maligno la había dejado encorvada, y no podía enderezarse para nada. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: –Mujer, ya estás libre de tu enfermedad. Puso las manos sobre ella, y al momento la mujer se enderezó y comenzó a alabar a Dios. Pero el jefe de la sinagoga, enojado porque Jesús la había sanado en sábado, dijo a la gente: –Hay seis días para trabajar: venid cualquiera de ellos a ser sanados, y no el sábado. El Señor le contestó: –Hipócritas, ¿no desata cualquiera de vosotros su buey o su asno en sábado, para llevarlo a beber? Pues a esta mujer, que es descendiente de Abraham y que Satanás tenía atada con esa enfermedad desde hace dieciocho años, ¿acaso no se la debía desatar aunque fuera en sábado? Cuando Jesús dijo esto, sus enemigos quedaron avergonzados; pero toda la gente se alegraba viendo las grandes cosas que él hacía.
LUCAS 13:10-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Un sábado Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas, y estaba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: ―Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios. Indignado porque Jesús había sanado en sábado, el jefe de la sinagoga intervino, dirigiéndose a la gente: ―Hay seis días en que se puede trabajar, así que venid esos días para ser sanados, y no el sábado. ―¡Hipócritas! —le contestó el Señor—. ¿Acaso no desata cada uno de vosotros su buey o su burro en sábado, y lo saca del establo para llevarlo a tomar agua? Sin embargo, a esta mujer, que es hija de Abraham, y a quien Satanás tenía atada durante dieciocho largos años, ¿no se le debía quitar esta cadena en sábado? Cuando razonó así, quedaron humillados todos sus adversarios, pero la gente estaba encantada por tantas maravillas que hacía.