LUCAS 19:11-27
LUCAS 19:11-27 Reina Valera 2020 (RV2020)
Quienes habían murmurado escuchaban estas cosas y Jesús prosiguió con una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios se manifestaría inmediatamente. Dijo, pues: —Un hombre de origen noble se fue a un país lejano para recibir un reino, y regresar después. Antes de partir, llamó a diez de sus siervos, les dio una buena suma de dinero, igual para cada uno, y les dijo: «Haced negocio con este dinero, hasta que yo vuelva». Como los habitantes de su ciudad le odiaban, a sus espaldas enviaron una delegación con este mensaje: «No queremos que este reine sobre nosotros». Después de ser investido, regresó y mandó llamar ante él a aquellos siervos a quienes había dado el dinero para saber lo que había negociado cada uno. Se presentó el primero y dijo: «Señor, tu capital ha producido diez veces más». El rey dijo: «Está bien, buen siervo. Puesto que has sido fiel en lo poco, yo te encomiendo el gobierno de diez ciudades». Llegó otro siervo y dijo: «Señor, tu capital ha producido cinco veces más». Él respondió: «Igualmente a ti te encomiendo el gobierno de cinco ciudades». Se presentó un tercero y dijo: «Señor, aquí está tu capital. Lo he tenido guardado en un pañuelo. Tenía miedo de ti porque sé que eres un hombre severo, que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste». Él replicó: «Mal siervo, por tus propias palabras voy a juzgarte. Sabías que yo soy hombre severo que tomo lo que no puse y siego lo que no sembré. ¿Por qué, pues, no depositaste mi dinero en el banco? De ese modo, al volver, lo hubiera recibido con intereses». Y dijo a los que estaban presentes: «Quitadle el capital y dádselo al que ha generado diez veces más». Ellos dijeron: «Señor, ¡pero si ya tiene diez veces más!». «Pues yo os digo que a todo el que tiene se le dará. Pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Traed también a aquellos enemigos míos que no querían que yo reinara sobre ellos, y decapitadlos delante de mí».
LUCAS 19:11-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
La gente escuchaba estas cosas que decía Jesús. Y él les contó una parábola, porque ya se encontraba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios estaba a punto de manifestarse. Les dijo: “Un hombre de la nobleza se fue lejos, a otro país, para ser hecho rey y regresar. Antes de partir llamó a diez de sus criados, entregó a cada uno una gran suma de dinero y les dijo: ‘Negociad con este dinero hasta que yo vuelva.’ Pero las gentes de su país le odiaban, y enviaron tras él una comisión con el encargo de decir: ‘No queremos que este hombre sea nuestro rey.’ “Pero él fue hecho rey. A su vuelta, mandó llamar a aquellos criados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: ‘Señor, tu dinero ha producido diez veces más.’ El rey le contestó: ‘Muy bien, eres un buen administrador. Y como has sido fiel en lo poco, te hago gobernador de diez ciudades.’ Se presentó otro y dijo: ‘Señor, tu dinero ha producido cinco veces más.’ También a este le contestó: ‘Tú serás gobernador de cinco ciudades.’ “Pero se presentó otro, que dijo: ‘Señor, aquí está tu dinero. Lo guardé en un pañuelo, pues tuve miedo de ti, porque eres un hombre duro que recoges lo que no pusiste y cosechas donde no sembraste.’ Entonces le dijo el rey: ‘Tú eres un mal administrador, y por tus propias palabras te juzgo. Puesto que sabías que yo soy un hombre duro, que recojo lo que no puse y cosecho donde no sembré, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco para, a mi regreso, devolvérmelo junto con los intereses?’ Y ordenó a los que estaban allí: ‘Quitadle el dinero y dádselo al que ganó diez veces más.’ Ellos le dijeron: ‘Señor, ¡pero si este ya tiene diez veces más!’ El rey contestó: ‘Os digo que al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará. Y en cuanto a mis enemigos, a esos que no querían tenerme por rey, traedlos acá y matadlos en mi presencia.’ ”
LUCAS 19:11-27 La Palabra (versión española) (BLP)
Estaba la gente escuchando a Jesús y les contó otra parábola, pues se hallaba cerca de Jerusalén y ellos creían que el reino de Dios estaba a punto de manifestarse. Así que les dijo: —Un hombre de familia noble se fue a un país lejano para recibir la investidura real y regresar después. Antes de partir, llamó a diez criados suyos y a cada uno le entregó una cantidad de dinero, diciéndoles: «Negociad con este dinero en tanto que yo regreso». Pero como sus conciudadanos lo odiaban, a espaldas suyas enviaron una delegación con este mensaje: «No queremos que ese reine sobre nosotros». Sin embargo, él recibió la investidura real. A su regreso, mandó llamar a los criados a quienes había entregado el dinero, para saber cómo habían negociado con él. Se presentó, pues, el primero de ellos y dijo: «Señor, tu capital ha producido diez veces más». El rey le contestó: «Está muy bien. Has sido un buen administrador. Y porque has sido fiel en lo poco, yo te encomiendo el gobierno de diez ciudades». Después se presentó el segundo criado y dijo: «Señor, tu capital ha producido cinco veces más». También a este le contestó el rey: «Igualmente a ti te encomiendo el gobierno de cinco ciudades». Pero luego se presentó otro criado, diciendo: «Señor, aquí tienes tu dinero. Lo he guardado bien envuelto en un pañuelo por miedo a ti, pues sé que eres un hombre duro, que pretendes tomar lo que no depositaste y cosechar lo que no sembraste». El rey le contestó: «Eres un mal administrador, y por tus propias palabras te condeno. Si sabías que yo soy un hombre duro, que pretendo tomar lo que no he depositado y cosechar lo que no he sembrado, ¿por qué no llevaste mi dinero al banco? Así, a mi regreso, yo lo habría recibido junto con los intereses». Y, dirigiéndose a los presentes, mandó: «Quitadle a este su capital y dádselo al que tiene diez veces más». Ellos le dijeron: «Señor, ¡pero si ya tiene diez veces más!». «Es cierto —asintió el rey—, pero yo os digo que a todo el que tiene, se le dará más. En cambio, al que no tiene, hasta lo poco que tenga se le quitará. En cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos aquí y matadlos en mi presencia».
LUCAS 19:11-27 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Como la gente lo escuchaba, pasó a contarles una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y la gente pensaba que el reino de Dios iba a manifestarse en cualquier momento. Así que les dijo: «Un hombre de la nobleza se fue a un país lejano para ser coronado rey y luego regresar. Llamó a diez de sus siervos y entregó a cada cual una buena cantidad de dinero. Les instruyó: “Haced negocio con este dinero hasta que yo vuelva”. Pero sus súbditos lo odiaban y mandaron tras él una delegación a decir: “No queremos a este por rey”. »A pesar de todo, fue nombrado rey. Cuando regresó a su país, mandó llamar a los siervos a quienes había entregado el dinero, para enterarse de lo que habían ganado. Se presentó el primero y dijo: “Señor, tu dinero ha producido diez veces más”. “¡Hiciste bien, siervo bueno! —le respondió el rey—. Puesto que has sido fiel en tan poca cosa, te doy el gobierno de diez ciudades”. Se presentó el segundo y dijo: “Señor, tu dinero ha producido cinco veces más”. El rey le respondió: “A ti te pongo sobre cinco ciudades”. »Llegó otro siervo y dijo: “Señor, aquí tienes tu dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo. Es que te tenía miedo, porque eres un hombre muy exigente: tomas lo que no depositaste y cosechas lo que no sembraste”. El rey le contestó: “Siervo malo, con tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Así que sabías que soy muy exigente, que tomo lo que no deposité y cosecho lo que no sembré? Entonces, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco, para que al regresar pudiera reclamar los intereses?” Dijo luego a los presentes: “Quitadle el dinero y dádselo al que recibió diez veces más”. “Señor —protestaron—, ¡él ya tiene diez veces más!” El rey contestó: “Os aseguro que a todo el que tiene, se le dará más, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Pero, en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, traedlos aquí y matadlos delante de mí”».