LUCAS 24:1-10
LUCAS 24:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro con las especias aromáticas que habían preparado. Algunas otras mujeres las acompañaban. Cuando llegaron, encontraron removida la piedra del sepulcro y al entrar no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. El hecho les produjo perplejidad y encontrándose en ese estado se pararon junto a ellas dos hombres con vestiduras resplandecientes. Las mujeres sintieron temor e inclinaron el rostro a tierra. Ellos les dijeron: —¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. Ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo cuando aún estaba en Galilea: «Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de pecadores, que le crucifiquen y resucite al tercer día». Entonces ellas se acordaron de sus palabras y, regresando del sepulcro, llevaron la noticia a los once y a todos los demás. Quienes se lo comunicaron eran María Magdalena, Juana, María, madre de Jacobo, y las otras que estaban con ellas.
LUCAS 24:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Al llegar, se encontraron con que la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida. Entraron, pero no encontraron el cuerpo de Jesús, el Señor. Estaban aún desconcertadas ante el caso, cuando se les presentaron dos hombres vestidos con ropas resplandecientes que, al ver cómo las mujeres se postraban rostro en tierra llenas de miedo, les dijeron: —¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí; ha resucitado. Recordad que él os habló de esto cuando aún estaba en Galilea. Ya os dijo entonces que el Hijo del hombre tenía que ser entregado en manos de pecadores y que iban a crucificarlo, pero que resucitaría al tercer día. Ellas recordaron, en efecto, las palabras de Jesús y, regresando del sepulcro, llevaron la noticia a los Once y a todos los demás. Así pues, fueron María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago, y las otras que estaban con ellas, quienes comunicaron a los apóstoles lo que había pasado.
LUCAS 24:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
El primer día de la semana, muy de mañana, las mujeres fueron al sepulcro, llevando las especias aromáticas que habían preparado. Encontraron que había sido quitada la piedra que cubría el sepulcro y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes. Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: ―¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Acordaos de lo que os dijo cuando todavía estaba con vosotros en Galilea: “El Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará”. Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús. Al regresar del sepulcro, les contaron todas estas cosas a los once y a todos los demás. Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo y las demás que las acompañaban.
LUCAS 24:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
pero el primer día de la semana volvieron al sepulcro muy temprano, llevando los perfumes que habían preparado. Al llegar, encontraron que la piedra que tapaba el sepulcro no se hallaba en su lugar; y entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Estaban asustadas, sin saber qué hacer, cuando de pronto vieron a dos hombres de pie junto a ellas, vestidos con ropas brillantes. Llenas de miedo se inclinaron hasta el suelo, pero aquellos hombres les dijeron: –¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí. Ha resucitado. Acordaos de lo que os dijo cuando aún se hallaba en Galilea: que el Hijo del hombre había de ser entregado en manos de pecadores, que lo crucificarían y que al tercer día resucitaría. Entonces recordaron ellas las palabras de Jesús, y al regresar del sepulcro contaron todo esto a los once apóstoles y a los demás. Las que llevaron la noticia a los apóstoles fueron María Magdalena, Juana, María madre de Santiago, y las otras mujeres.