LUCAS 5:12-16
LUCAS 5:12-16 La Palabra (versión española) (BLP)
En uno de los pueblos por donde pasaba Jesús, había un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró rostro en tierra y le dijo: —Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús extendió su mano y lo tocó, diciendo: —Quiero, queda limpio. Y al instante le desapareció la lepra. Jesús le ordenó que no se lo dijera a nadie. Y añadió: —Ve, muéstrate al sacerdote y presenta por tu curación la ofrenda prescrita por Moisés. Así todos tendrán evidencia de tu curación. La fama de Jesús se extendía cada vez más, y eran muchos los que acudían a escucharlo y a que los curase de sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a lugares solitarios para orar.
LUCAS 5:12-16 Reina Valera 2020 (RV2020)
En otra ocasión, sucedió que en una de las ciudades por donde pasaba Jesús se presentó un hombre lleno de lepra, quien al ver a Jesús se arrodilló y, rostro en tierra, le rogaba: —Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús entonces extendió la mano y le tocó diciendo: —Quiero, sé limpio. Al instante la lepra desapareció. Jesús le mandó que no lo dijera a nadie, y añadió: —Ve, muéstrate al sacerdote y presenta por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les conste como testimonio. La fama de Jesús se extendía más y más y muchas personas acudían a él para oírle y para que las curase de sus enfermedades. Mas él se retiraba a lugares desiertos.
LUCAS 5:12-16 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Un día estaba Jesús en un pueblo donde había un hombre enfermo de lepra. Al ver a Jesús se inclinó hasta el suelo y le rogó: –Señor, si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad. Jesús lo tocó con la mano, diciendo: –Quiero. ¡Queda limpio! Al momento se le quitó la lepra al enfermo, y Jesús le ordenó: –No lo digas a nadie. Solamente ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que todos sepan que ya estás limpio de tu enfermedad. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, y mucha gente se juntaba para oirle y para que sanase sus enfermedades. Pero Jesús se retiraba a orar a lugares apartados.
LUCAS 5:12-16 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En otra ocasión, cuando Jesús estaba en un pueblo, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, cayó rostro en tierra y le suplicó: ―Señor, si quieres, puedes limpiarme. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. ―Sí, quiero —le dijo—. ¡Queda limpio! Y al instante se le quitó la lepra. ―No se lo digas a nadie —le ordenó Jesús—; solo ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. Sin embargo, la fama de Jesús se extendía cada vez más, de modo que acudían a él multitudes para oírlo y para que los sanara de sus enfermedades. Él, por su parte, solía retirarse a lugares solitarios para orar.