MALAQUÍAS 3:16-18
MALAQUÍAS 3:16-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Esto es lo que comentaban entre sí los que honraban al Señor. Entonces el Señor prestó atención, escuchó e hizo que se escribiera en su presencia un memorial en el que se consignara a todos los que respetan y honran su nombre. Pues bien, cuando llegue el día en que yo intervenga —dice el Señor del universo—, volverán a ser mi propiedad personal y los perdonaré como hace un padre con el hijo que está a su servicio. Ese día volveréis a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre quien sirve a Dios y quien no lo hace.
MALAQUÍAS 3:16-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí. El Señor escuchó y oyó, y fue escrito ante él un memorial de los que temen al Señor y honran su nombre. Serán para mí especial tesoro, dice el Señor de los ejércitos, en el día en que yo actúe. Los perdonaré como un hombre perdona al hijo que le sirve. Entonces os volveréis y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
MALAQUÍAS 3:16-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
(Los que honran a Dios hablaron entonces entre sí, y el Señor escuchó con atención lo que decían. Y en presencia del Señor se escribió un libro, en el cual se recordaba a los que honran al Señor y lo toman en cuenta.) El Señor todopoderoso dice: “Estoy preparando un día en el que ellos volverán a ser mi pueblo. Como un padre se compadece del hijo que le sirve, así tendré yo compasión de ellos. Entonces os daréis cuenta otra vez de la diferencia que hay entre el bueno y el malo, entre el que adora a Dios y el que no lo adora.”
MALAQUÍAS 3:16-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Los que temían al SEÑOR hablaron entre sí, y él los escuchó y les prestó atención. Entonces se escribió en su presencia un libro de memorias de aquellos que temen al SEÑOR y honran su nombre. «El día que yo actúe, ellos serán mi propiedad exclusiva —dice el SEÑOR Todopoderoso—. Tendré compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve. Y vosotros volveréis a distinguir entre los buenos y los malos, entre los que sirven a Dios y los que no le sirven.