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MATEO 12:25-50

MATEO 12:25-50 La Palabra (versión española) (BLP)

Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: —Si una nación se divide en bandos, se destruye a sí misma. Y si una ciudad o una familia se divide en bandos, no puede subsistir. Si Satanás expulsa a Satanás y actúa, por tanto, contra sí mismo, ¿cómo podrá mantener su poder? Y si Belzebú me da a mí el poder para expulsar demonios, ¿quién se lo da a vuestros propios seguidores? ¡Ellos mismos son la demostración de vuestro error! Ahora bien, si yo expulso los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros. ¿Quién puede entrar en casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si primero no ata a ese hombre fuerte? Solamente entonces podrá saquear su casa. El que no está a mi favor, está contra mí; el que conmigo no recoge, desparrama. Por eso os digo que a los seres humanos se les perdonarán todos sus pecados y blasfemias. Lo que no se les perdonará es que blasfemen contra el Espíritu Santo. Incluso si alguien habla en contra del Hijo del hombre, podrá serle perdonado; pero el que hable en contra del Espíritu Santo, no será perdonado ni en este mundo ni en el venidero. Un fruto sano corresponde a un árbol sano; un fruto podrido, a un árbol podrido. Por el fruto se sabe cómo es el árbol. ¡Hijos de víbora! ¿Cómo puede ser bueno lo que decís, si vosotros mismos sois malos? Porque la boca habla de lo que rebosa el corazón. De la persona buena brota el bien, porque es rica en bondad; pero de la persona mala brota el mal, porque es rica en maldad. Os advierto que, en el día del juicio, cada cual habrá de responder de toda palabra vacía que haya pronunciado. Ten en cuenta que por tus propias palabras serás juzgado y declarado inocente o culpable. Por aquel tiempo, algunos maestros de la ley y algunos fariseos dijeron a Jesús: —Maestro, quisiéramos verte hacer alguna señal milagrosa. Jesús les contestó: —¡Gente mala e infiel! Pedís una señal milagrosa, pero no tendréis más señal que la del profeta Jonás. Porque, así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en lo profundo de la tierra. Los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, al mismo tiempo que toda esta gente, y la condenarán, porque ellos se convirtieron al escuchar el mensaje de Jonás, ¡y aquí hay algo más importante que Jonás! La reina del Sur se levantará en el día del juicio, al mismo tiempo que toda esta gente, y la condenará, porque esa reina vino desde tierras lejanas a escuchar la sabiduría de Salomón, ¡y aquí hay algo más importante que Salomón! Cuando un espíritu sale de una persona y anda errante por lugares desiertos en busca de descanso, y no lo encuentra, se dice a sí mismo: «Regresaré a mi casa, de donde salí». Si, al llegar, la encuentra desocupada, barrida y arreglada, va, reúne a otros siete espíritus peores que él y todos juntos se meten a vivir allí, de manera que la situación de esa persona resulta peor al final que al principio. Así le sucederá a esta gente perversa. Estaba Jesús hablando todavía a la gente, cuando llegaron su madre y sus hermanos. Se quedaron fuera, pero trataban de hablar con él. Alguien le dio aviso a Jesús: —Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo. Jesús le contestó: —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y señalando con la mano a sus discípulos, añadió: —Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

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MATEO 12:25-50 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Jesús conocía sus pensamientos, y les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y toda ciudad o familia dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. Y, si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo. ¿Cómo puede, entonces, mantenerse en pie su reino? Ahora bien, si yo expulso a los demonios por medio de Beelzebú, ¿vuestros seguidores por medio de quién los expulsan? Por eso ellos mismos os juzgarán a vosotros. En cambio, si expulso a los demonios por medio del Espíritu de Dios, eso significa que el reino de Dios ha llegado a vosotros. »¿O cómo puede entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y arrebatarle sus bienes, a menos que primero lo ate? Solo entonces podrá robar su casa. »El que no está de mi parte está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce. Por eso os digo que a todos se les podrá perdonar todo pecado y toda blasfemia, pero la blasfemia contra el Espíritu no se le perdonará a nadie. A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero. »Si tenéis un buen árbol, su fruto es bueno; si tenéis un mal árbol, su fruto es malo. Al árbol se le reconoce por su fruto. Camada de víboras, ¿cómo podéis vosotros que sois malos decir algo bueno? De la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad saca el mal. Pero yo os digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará». Algunos de los fariseos y de los maestros de la ley le dijeron: ―Maestro, queremos ver alguna señal milagrosa de parte tuya. Jesús les contestó: ―¡Esta generación malvada y adúltera pide una señal milagrosa! Pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Porque así como tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre de un gran pez, también tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en las entrañas de la tierra. Los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos se arrepintieron al escuchar la predicación de Jonás, y aquí tenéis vosotros a uno más grande que Jonás. La reina del Sur se levantará en el día del juicio y condenará a esta generación; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí tenéis vosotros a uno más grande que Salomón. »Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos, buscando descanso sin encontrarlo. Entonces dice: “Volveré a la casa de donde salí”. Cuando llega, la encuentra desocupada, barrida y arreglada. Luego va y trae a otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado postrero de aquella persona resulta peor que el primero. Así le pasará también a esta generación malvada». Mientras Jesús hablaba a la multitud, se presentaron su madre y sus hermanos. Se quedaron afuera, y deseaban hablar con él. Alguien le dijo: ―Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo. ―¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? —replicó Jesús. Señalando a sus discípulos, añadió: ―Aquí tenéis a mi madre y a mis hermanos. Pues mi hermano, mi hermana y mi madre son los que hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

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MATEO 12:25-50 Reina Valera 2020 (RV2020)

Jesús conocía sus pensamientos y les dijo: —Todo reino dividido contra sí mismo queda destruido y ninguna ciudad o casa dividida contra sí misma permanecerá. Si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios, pues ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte y saquear sus bienes si primero no lo ata? Entonces podrá saquear su casa. El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama. Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia les serán perdonados a los seres humanos, pero la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. Cualquiera que diga alguna palabra contra el Hijo del Hombre será perdonado; pero el que hable contra el Espíritu Santo no será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. Si el árbol es bueno, su fruto es bueno; si el árbol es malo, su fruto es malo, porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo puede ser bueno lo que decís, si vosotros mismos sois malos?, porque de la abundancia del corazón habla la boca. El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón saca el bien, pero el que es malo, de su maldad atesorada saca el mal. Pero yo os digo que de toda palabra vacía que diga cada cual, dará cuenta en el día del juicio. Ten en cuenta que por tus propias palabras serás juzgado y declarado inocente o culpable. Entonces replicaron algunos de los escribas y de los fariseos: —Maestro, deseamos ver de ti una señal. Él respondió: —La generación mala y adúltera demanda una señal, pero señal no le será dada, sino la del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra: tres días y tres noches. Los habitantes de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación y la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y en este lugar hay alguien que es más que Jonás. La reina del Sur se levantará en el juicio contra esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y en este lugar hay alguien que es más que Salomón. Cuando el espíritu inmundo sale de una persona, anda por lugares áridos buscando reposo, pero no lo halla. Entonces dice: «Volveré a mi casa, de donde salí». Cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él y entran y habitan allí; y el estado final de aquella persona viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta generación malvada. Mientras Jesús aún se dirigía a la gente, su madre y sus hermanos estaban afuera y le querían hablar. Alguien le dijo: —Tu madre y tus hermanos están afuera y te quieren hablar. Respondió él al que le decía esto: —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos dijo: —Estos son mi madre y mis hermanos, pues todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos es mi hermano, mi hermana y mi madre.

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MATEO 12:25-50 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Jesús, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: “Toda nación dividida en bandos enemigos se destruye a sí misma, y una ciudad o una casa dividida en bandos no puede mantenerse. Por lo tanto, si Satanás expulsa a Satanás, contra sí mismo se ha dividido. ¿Cómo, pues, mantendrá su poder? Vosotros decís que yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú; pero si es así, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. Pero si yo expulso a los demonios por el poder del Espíritu de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros. “¿Cómo podrá entrar alguien en la casa de un hombre fuerte y robarle sus bienes, si antes no lo ata? Solamente así podrá robárselos. “El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama. “Por eso os digo que Dios perdonará a los hombres todos los pecados y todo lo malo que digan, pero no les perdonará que con sus palabras ofendan al Espíritu Santo. Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre; pero a quien hable contra el Espíritu Santo no le perdonará ni en este mundo ni en el venidero. “O dais por bueno el árbol y por bueno el fruto, o dais por malo el árbol y por malo el fruto, pues por el fruto se conoce el árbol. ¡Raza de víboras!, ¿cómo podéis decir cosas buenas, si sois malos? ¡De lo que rebosa el corazón, habla la boca! El hombre bueno dice cosas buenas porque el bien está en él, y el hombre malo dice cosas malas porque el mal está en él. Y yo os digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de cualquier palabra inútil que hayan pronunciado. Pues por tus palabras serás juzgado, y por tus palabras serás declarado inocente o culpable.” Algunos de los fariseos y maestros de la ley dijeron entonces a Jesús: –Maestro, queremos verte hacer alguna señal milagrosa. Jesús les contestó: –Esta gente malvada e infiel pide una señal milagrosa, pero no se le dará más señal que la del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del gran pez, así también el Hijo del hombre estará tres días y tres noches dentro de la tierra. Los habitantes de Nínive se levantarán en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es más que Jonás. También en el día del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es más que Salomón. “Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares desiertos en busca de descanso; y, si no lo encuentra, piensa: ‘Me volveré a mi casa, de donde salí.’ Al llegar, encuentra la casa desocupada, barrida y arreglada. Entonces va y reúne otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre, que al final queda peor que al principio. Eso mismo le va a suceder a esta gente malvada.” Todavía estaba Jesús hablando a la gente, cuando acudieron su madre y sus hermanos, que querían hablar con él. Como se quedaron fuera, alguien avisó a Jesús: –Tu madre y tus hermanos están ahí fuera, y quieren hablar contigo. Pero él contestó al que le llevó el aviso: –¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y señalando a sus discípulos, añadió: –Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.

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