MATEO 14:12-21
MATEO 14:12-21 Reina Valera 2020 (RV2020)
Entonces llegaron sus discípulos, tomaron el cuerpo, lo enterraron y fueron a dar la noticia a Jesús. Al oírlo Jesús, partió de allí, él solo, en una barca hacia un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió a pie desde las ciudades. Al salir Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos y le dijeron: —La hora ya es avanzada y este es un lugar desierto. Despide a la multitud para que vayan por las aldeas y compren algo de comer. Jesús les dijo: —No tienen necesidad de irse; dadles vosotros de comer. Ellos respondieron: —No tenemos aquí sino cinco panes y dos peces. Él replicó: —Traédmelos aquí. Mandó a la gente recostarse sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, bendijo y partió y dio los panes a los discípulos y los discípulos a la multitud. Comieron todos y se saciaron. Recogieron lo que sobró de los pedazos: doce cestas llenas. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
MATEO 14:12-21 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de esto, los discípulos de Juan recogieron su cadáver y lo llevaron a enterrar. Luego fueron a comunicar la noticia a Jesús. Cuando Jesús se enteró de lo sucedido, subió a una barca y se retiró de allí él solo a un lugar solitario. Pero la gente, al saberlo, salió de los pueblos y lo siguió a pie por la orilla. Al desembarcar Jesús y ver toda aquella multitud, se compadeció de ellos y curó a los enfermos. La tarde comenzaba a caer y los discípulos se acercaron a él para decirle: —La hora ya es avanzada y este es un lugar despoblado. Despide a la gente para que vaya a las aldeas a comprarse comida. Jesús les contestó: —No tienen por qué irse. Dadles de comer vosotros mismos. Ellos replicaron: —Aquí solo tenemos cinco panes y dos peces. Dijo Jesús: —Traédmelos. Mandó Jesús que la gente se recostara sobre la hierba; luego tomó los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a sus discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente. Comieron todos hasta quedar satisfechos, y todavía se recogieron doce cestos llenos de trozos sobrantes de pan. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres ni los niños.
MATEO 14:12-21 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Más tarde llegaron los seguidores de Juan, que tomaron el cuerpo y lo enterraron. Después fueron y dieron la noticia a Jesús. Cuando Jesús recibió aquella noticia, se fue de allí, él solo, en una barca, a un lugar apartado. Pero la gente, al saberlo, salió de los pueblos para seguirle por tierra. Al bajar Jesús de la barca, viendo a la multitud, sintió compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. Como se hacía de noche, los discípulos se acercaron a él y le dijeron: –Ya es tarde y este es un lugar solitario. Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y se compren comida. Jesús les contestó: –No es necesario que vayan. Dadles vosotros de comer. Respondieron: –No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. Jesús les dijo: –Traédmelos. Mandó entonces a la multitud que se recostara sobre la hierba. Luego tomó en sus manos los cinco panes y los dos peces y, mirando al cielo, dio gracias a Dios, partió los panes, se los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y todavía llenaron doce canastas con los trozos sobrantes. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.
MATEO 14:12-21 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego llegaron los discípulos de Juan, recogieron el cuerpo y le dieron sepultura. Después fueron y avisaron a Jesús. Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario. Las multitudes se enteraron y lo siguieron a pie desde los poblados. Cuando Jesús desembarcó y vio a tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos. Al atardecer se le acercaron sus discípulos y le dijeron: ―Este es un lugar apartado y ya se hace tarde. Despide a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren algo de comer. ―No tienen que irse —contestó Jesús—. Dadles vosotros mismos de comer. Ellos objetaron: ―No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados. ―Traédmelos —les dijo Jesús. Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.