MATEO 17:14-18
MATEO 17:14-18 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando volvieron adonde estaba la gente, un hombre se acercó a Jesús y, puesto de rodillas delante de él, le dijo: —Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques que le hacen sufrir lo indecible y muchas veces se arroja al fuego o al agua. Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo. Jesús exclamó: —¡Gente incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar entre vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traedme aquí al muchacho. Enseguida dio una orden, salió del muchacho el demonio y en aquel mismo instante quedó curado.
MATEO 17:14-18 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él diciendo: —Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo. Muchas veces cae en el fuego y muchas en el agua. Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo. Respondió Jesús: —¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo aquí. Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquella hora.
MATEO 17:14-18 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando llegaron a donde estaba la gente, se acercó un hombre a Jesús, y arrodillándose delante de él le dijo: –Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques y sufre horriblemente; muchas veces se cae en el fuego o en el agua. Lo he traído a tus discípulos, pero no han podido sanarlo. Jesús contestó: –¡Oh, gente sin fe y perversa! ¿Hasta cuándo habré de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traedme aquí al muchacho! En seguida Jesús reprendió al demonio y lo hizo salir del muchacho, que quedó sanado en el mismo momento.
MATEO 17:14-18 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando llegaron a la multitud, un hombre se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él. ―Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. Muchas veces cae en el fuego o en el agua. Se lo traje a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo. ―¡Ah, generación incrédula y perversa! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con vosotros? ¿Hasta cuándo tendré que soportaros? Traedme acá al muchacho. Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde aquel momento.