Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

MATEO 18:1-14

MATEO 18:1-14 Reina Valera 2020 (RV2020)

En aquella ocasión los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: —Os aseguro que si no cambiáis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El mayor en el reino de los cielos será aquel que se humille como este niño. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno y que se le hundiera en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! Es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel por quien viene el tropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti: mejor te es entrar en la vida cojo o manco que con dos manos o dos pies ser arrojado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti: mejor te es entrar con un solo ojo en la vida que con dos ojos ser echado en el infierno de fuego. Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos. Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se ha descarriado? Y si sucede que la encuentra, os aseguro que se regocija más por aquella que por las noventa y nueve que no se descarriaron. De igual modo, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeños.

Compartir
Lee MATEO 18

MATEO 18:1-14 La Palabra (versión española) (BLP)

En aquella ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño y, poniéndolo en medio de ellos, dijo: —Os aseguro que, si no cambiáis de conducta y volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es aquel que se vuelve pequeño como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. Pero a quien sea causa de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que lo arrojaran al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello. ¡Ay del mundo a causa de los que incitan al pecado! Porque instigadores de pecado tiene que haberlos necesariamente; pero ¡ay de aquel que incite a pecar! Si, pues, tu mano o tu pie van a ser causa de que caigas en pecado, córtatelos y arrójalos lejos de ti, porque es mejor que entres manco o cojo en la vida eterna que con tus dos manos y tus dos pies seas arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo va a ser causa de que caigas en pecado, sácatelo y arrójalo lejos de ti, porque es mejor que entres tuerto en la vida eterna que con tus dos ojos seas arrojado al fuego de la gehena. Guardaos, pues, de despreciar a alguno de estos pequeños, porque os aseguro que en el cielo sus ángeles están siempre en presencia de mi Padre celestial. [ Y es que el Hijo del hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido]. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá en busca de la extraviada? Y si logra encontrarla, os aseguro que sentirá más alegría por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado. De la misma manera, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

Compartir
Lee MATEO 18

MATEO 18:1-14 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

En aquella misma ocasión se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron: –¿Quién es el más importante en el reino de los cielos? Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: –Os aseguro que si no cambiáis y os volvéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es aquel que se humilla y se vuelve como este niño. Y el que recibe en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe. “A cualquiera que haga caer en pecado a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría ser arrojado al fondo del mar con una piedra de molino atada al cuello. ¡Ay del mundo a causa de las incitaciones al pecado! Cierto es que siempre las habrá, pero ¡ay del hombre que haga pecar a los demás! “Por eso, si tu mano o tu pie te hacen caer en pecado, córtalos y échalos lejos de ti; mejor te es entrar en la vida manco o cojo, que con tus dos manos y tus dos pies ser arrojado al fuego eterno. Y si tu ojo te hace caer en pecado, sácalo y échalo lejos de ti; mejor te es entrar en la vida con un solo ojo, que con tus dos ojos ser arrojado al fuego del infierno. “No despreciéis a ninguno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el cielo contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial. “¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá a buscar la extraviada? Y si logra encontrarla, os aseguro que se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.

Compartir
Lee MATEO 18