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MATEO 2:1-23

MATEO 2:1-23 Reina Valera 2020 (RV2020)

Cuando Jesús nació en Belén de Judea, en los días del rey Herodes, llegaron del oriente a Jerusalén unos magos que preguntaban: —¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?, pues su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarlo. Al oír esto, el rey Herodes se turbó, y toda Jerusalén con él. Por eso convocó a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Ellos le respondieron: —En Belén de Judea, según escribió el profeta: Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel . Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para cerciorarse del tiempo exacto en que había aparecido la estrella, y los envió a Belén diciéndoles: —Id allá y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando lo halléis hacédmelo saber para que yo también vaya a adorarlo. Ellos después de oír al rey se fueron. Y la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que al llegar se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de gran alegría y cuando entraron en la casa vieron al niño con María, su madre, se postraron y lo adoraron. Luego abrieron sus tesoros y le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero como fueron avisados por revelación en sueños de que no volvieran a Jerusalén para informar a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Después de que partieron, un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo: —Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Permanece allí hasta que yo te diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo. Entonces él se despertó, tomó de noche al niño y a su madre y se fue a Egipto. Estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi Hijo . Herodes, al verse burlado por los magos, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo indicado por los magos. Entonces se cumplió lo declarado por el profeta Jeremías: Voz fue oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemido: Raquel llora a sus hijos y no quiso ser consolada, porque perecieron . Pero muerto Herodes, un ángel del Señor apareció en sueños a José, en Egipto, y le dijo: —Levántate, toma al niño y a su madre y vete a tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban matar al niño. Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre y se fue a tierra de Israel. Pero cuando oyó que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo temor de ir allá. Y avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea y se estableció en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliera lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.

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MATEO 2:1-23 La Palabra (versión española) (BLP)

Jesús nació en Belén, un pueblo de Judea, durante el reinado de Herodes. Por entonces llegaron a Jerusalén, procedentes de Oriente, unos sabios, que preguntaban: —¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Nosotros hemos visto aparecer su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo. El rey Herodes se inquietó mucho cuando llegó esto a sus oídos, y lo mismo les sucedió a todos los habitantes de Jerusalén. Así que ordenó que se reunieran los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley para averiguar por medio de ellos dónde había de nacer el Mesías. Ellos le dieron esta respuesta: —En Belén de Judá, porque así lo escribió el profeta: Tú, Belén, en el territorio de Judá, no eres en modo alguno la menor entre las ciudades importantes de Judá, pues de ti saldrá un caudillo que guiará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes hizo llamar en secreto a los sabios para que le informaran con exactitud sobre el tiempo en que habían visto la estrella. Luego los envió a Belén diciéndoles: —Id allá y averiguad cuanto os sea posible acerca de ese niño. Y cuando lo hayáis encontrado, hacédmelo saber para que también yo vaya a adorarlo. Los sabios, después de oír al rey, emprendieron de nuevo la marcha, y la estrella que habían visto en Oriente los guio hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Entraron entonces en la casa, vieron al niño con su madre María y, cayendo de rodillas, le adoraron. Sacaron luego los tesoros que llevaban consigo y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Y advertidos en un sueño para que no volvieran adonde estaba Herodes, regresaron a su país por otro camino. Cuando se marcharon los sabios, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: —Levántate, toma al niño y a su madre, huye con ellos a Egipto y quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo. José se levantó, tomó al niño y a la madre en plena noche y partió con ellos camino de Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo . Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios se habían burlado de él, montó en cólera y mandó matar en Belén y sus alrededores a todos los niños menores de dos años, conforme al tiempo que calculó a partir de los informes de los sabios. Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: En Ramá ha resonado un clamor de muchos llantos y lamentos. Es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere que la consuelen, porque están muertos. Después de muerto Herodes, un ángel del Señor se apareció en sueños a José, en Egipto, y le dijo: —Ponte en camino con el niño y con su madre y regresa con ellos a Israel, porque ya han muerto los que amenazaban la vida del niño. José tomó al niño y a la madre, se puso en camino y regresó con ellos a Israel. Pero al enterarse de que Arquelao, hijo de Herodes, reinaba en Judea en lugar de su padre, tuvo miedo de ir allá. Así que, advertido en un sueño, se dirigió a la región de Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. De esta manera se cumplió lo dicho por medio de los profetas: que Jesús sería llamado nazareno.

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MATEO 2:1-23 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

Jesús nació en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. Llegaron por entonces a Jerusalén unos sabios de Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas, y preguntaron: –¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle. El rey Herodes se inquietó mucho al oir esto, y lo mismo les sucedió a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías. Ellos le respondieron: –En Belén de Judea, porque así lo escribió el profeta: ‘En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre las principales ciudades de Judá; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel.’ Entonces llamó Herodes en secreto a los sabios de Oriente, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los envió a Belén y les dijo: –Id allá y averiguad cuanto podáis acerca de ese niño; y cuando lo encontréis, avisadme, para que yo también vaya a adorarlo. Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde se hallaba el niño. Al ver la estrella, los sabios se llenaron de alegría. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre. Y arrodillándose, lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no volvieran a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Cuando ya los sabios se habían ido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.” José se levantó, tomó al niño y a su madre y salió de noche con ellos camino de Egipto, donde estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo.” Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios de Oriente le habían burlado, se enfureció; y calculando el tiempo por lo que ellos habían dicho, mandó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén y sus alrededores. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías: “Se oyó una voz en Ramá, llantos y grandes lamentos. Era Raquel, que lloraba a sus hijos y no quería ser consolada porque ya estaban muertos.” Después de la muerte de Herodes, un ángel del Señor se apareció en sueños a José, en Egipto, y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y regresa a Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño.” José se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a Israel. Pero cuando supo que Arquelao gobernaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá; y habiendo sido advertido en sueños por Dios, se dirigió a la región de Galilea. Al llegar, se fue a vivir al pueblo de Nazaret. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dijeron los profetas: que Jesús sería llamado nazareno.

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MATEO 2:1-23 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)

Después de nacer Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, he aquí llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. ―¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo. Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Así que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. ―En Belén de Judea —le respondieron—, porque esto es lo que ha escrito el profeta: »“Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel”». Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Les envió a Belén y les dijo: ―Id e informaros bien acerca de ese niño y, tan pronto como le encontréis, informadme a mí para que también vaya yo y le adore. Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto salir iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría. Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y, postrándose, le adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. Cuando ya se habían ido, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». Así que se levantó cuando todavía era de noche, tomó al niño y a su madre, y partió para Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. De este modo se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios. Entonces se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: «Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen!» Después de la muerte de Herodes, he aquí un ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, porque ya murieron los que amenazaban con quitarle la vida al niño». Así que se levantó José, tomó al niño y a su madre, y regresó a la tierra de Israel. Pero, al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Advertido por Dios en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir en un pueblo llamado Nazaret. Con esto se cumplió lo dicho por los profetas: «Será llamado nazareno».

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