MATEO 21:10-17
MATEO 21:10-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, hubo gran agitación en la ciudad. Unos preguntaban: —¿Quién es este? Y otros respondían: —Este es Jesús el profeta, el de Nazaret de Galilea. Entró Jesús en el templo de Dios y echó fuera a todos los que vendían y compraban allí, volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas y les dijo: Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración , pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones. Y en el templo se le acercaron ciegos y cojos y los sanó. Pero los principales sacerdotes y los escribas se enojaron al ver las maravillas que hacía y al observar que los muchachos le aclamaban en el templo diciendo «¡Hosana al Hijo de David!». Y le dijeron: —¿Oyes lo que estos dicen? Jesús les respondió: —Sí. ¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman haces salir la alabanza ? Jesús los dejó, abandonó la ciudad para ir a Betania y se quedó allí.
MATEO 21:10-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, hubo gran agitación en la ciudad. Unos a otros se preguntaban: —¿Quién es este? Y la gente decía: —Este es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea. Jesús entró en el Templo y expulsó a todos los que allí estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los cambistas de monedas y los puestos de los vendedores de palomas increpándolos: —Esto dicen las Escrituras: Mi casa ha de ser casa de oración; pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones. Más tarde se acercaron a Jesús, en el Templo, algunos ciegos y tullidos, y él los curó. Pero los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley se sintieron muy molestos al ver los milagros que Jesús había hecho y al oír que los niños gritaban en el Templo dando vivas al Hijo de David. Por eso le preguntaron: —¿No oyes lo que estos están diciendo? Jesús les contestó: —¡Claro que lo oigo! Pero ¿es que nunca habéis leído en las Escrituras aquello de: sacarás alabanza de labios de los pequeños y de los niños de pecho? Y dejándolos, salió de la ciudad y se fue a Betania, donde pasó la noche.
MATEO 21:10-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó. Muchos preguntaban: –¿Quién es este? Y la gente contestaba: –Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea. Jesús entró en el templo y expulsó a todos los que allí estaban vendiendo y comprando. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. Les dijo: –En las Escrituras se dice: ‘Mi casa será casa de oración’, pero vosotros habéis hecho de ella una cueva de ladrones. Se acercaron a Jesús en el templo los ciegos y los cojos, y él los sanó. Pero los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, al ver los milagros que hacía y al oir que los niños gritaban en el templo: “¡Gloria al Hijo del rey David!”, se indignaron y dijeron a Jesús: –¿No oyes lo que están diciendo? Jesús les contestó: –Sí, lo oigo, ¿pero no habéis leído la Escritura que dice: ‘Con los cantos de los pequeños y de los niños de pecho has dispuesto tu alabanza’? Entonces los dejó, salió de la ciudad y se fue a Betania, donde pasó la noche.
MATEO 21:10-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió. ―¿Quién es este? —preguntaban. ―Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente. Jesús entró en el templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas. «Escrito está —les dijo—: “Mi casa será llamada casa de oración”; pero vosotros la estáis convirtiendo en “cueva de ladrones”». Se le acercaron en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Pero cuando los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley vieron que hacía cosas maravillosas, y que los niños gritaban en el templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron. ―¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron. ―Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no habéis leído nunca: »“En los labios de los pequeños y de los niños de pecho has puesto la perfecta alabanza”?» Entonces los dejó y, saliendo de la ciudad, se fue a pasar la noche en Betania.