MATEO 27:41-47
MATEO 27:41-47 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Del mismo modo se burlaban de él los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley, junto con los ancianos. Decían: –Salvó a otros, pero él no se puede salvar. Es el Rey de Israel, ¡pues que baje de la cruz y creeremos en él! Ha puesto su confianza en Dios, ¡pues que Dios le salve ahora, si de veras le quiere! ¿No nos ha dicho que es Hijo de Dios? Y hasta los bandidos que estaban crucificados con él, le insultaban. Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde, toda aquella tierra quedó en oscuridad. A eso de las tres, Jesús gritó con fuerza: “Elí, Elí, ¿lema sabaqtaní?” (es decir, “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”) Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: –Está llamando al profeta Elías.
MATEO 27:41-47 Reina Valera 2020 (RV2020)
De la misma manera, también los principales sacerdotes, junto con los escribas, los fariseos y los ancianos, se burlaban de él y decían: —A otros salvó, pero a sí mismo no se puede salvar. Si es el Rey de Israel, que descienda ahora de la cruz y creeremos en él. Confió en Dios; líbrelo ahora si le quiere, porque ha dicho: «Soy Hijo de Dios». Del mismo modo lo injuriaban los ladrones que habían sido crucificados con él. Desde el mediodía hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta las tres de la tarde. Cerca de las tres de la tarde, Jesús clamó a gran voz: —Elí, Elí, ¿lama sabactani?, (que significa: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?»). Algunos de los que estaban allí decían al oírlo: —A Elías llama este.
MATEO 27:41-47 La Palabra (versión española) (BLP)
De igual manera, los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos se burlaban de él diciendo: —Ha salvado a otros, pero no puede salvarse a sí mismo. Que baje ahora mismo de la cruz ese rey de Israel y creeremos en él. Puesto que ha confiado en Dios, que Dios lo salve ahora, si es que de verdad lo ama. ¿Acaso no afirmaba que es el Hijo de Dios? Hasta los ladrones que estaban crucificados junto a él lo llenaban de insultos. Desde el mediodía, toda la tierra quedó sumida en oscuridad hasta las tres de la tarde. Hacia esa hora, Jesús gritó con fuerza: —¡Elí, Elí! ¿lemá sabaqtaní?, es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Lo oyeron algunos de los que estaban allí y comentaron: —Está llamando a Elías.
MATEO 27:41-47 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la ley y los ancianos. ―Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! ¡Y es el Rey de Israel! Que baje ahora de la cruz, y así creeremos en él. Él confía en Dios; pues que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”? Así también lo insultaban los bandidos que estaban crucificados con él. Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó en oscuridad. Como a las tres de la tarde, Jesús gritó con fuerza: ― Elí, Elí, ¿lama sabactani? (que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”). Cuando lo oyeron, algunos de los que estaban allí dijeron: ―Está llamando a Elías.