MATEO 3:7-17
MATEO 3:7-17 Reina Valera 2020 (RV2020)
Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: —¡Generación de víboras!, ¿quién os ha enseñado a huir de la ira venidera? Producid, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no penséis decir dentro de vosotros mismos: «A Abrahán tenemos por padre», porque yo os digo que Dios puede sacar hijos de Abrahán aún de estas piedras. Además, el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles y todo árbol que no da buen fruto va a ser cortado y echado al fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí, cuyo calzado no soy digno de llevar, es más poderoso que yo y os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Con el bieldo en las manos limpiará su era, recogerá el trigo en el granero y quemará la paja en fuego que nunca se apagará. Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, donde estaba Juan, para que le bautizase. Pero Juan se resistía diciendo: —Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú acudes a mí? Jesús le respondió: —Permítelo ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces Juan aceptó. Y Jesús, después de bautizado, subió enseguida del agua. En ese momento los cielos se abrieron y Jesús vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y se posaba sobre él. Y se oyó una voz de los cielos que decía: —Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.
MATEO 3:7-17 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero al ver que muchos fariseos y saduceos acudían a recibir el bautismo, Juan les decía: —¡Hijos de víbora! ¿Quién os ha avisado para que huyáis del inminente castigo? Demostrad con hechos vuestra conversión y no os hagáis ilusiones pensando que sois descendientes de Abrahán. Porque os digo que Dios puede sacar de estas piedras descendientes de Abrahán. Ya está el hacha preparada para cortar de raíz los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo os bautizo con agua para que os convirtáis; pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de llevarle las sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Llega, bieldo en mano, dispuesto a limpiar su era; guardará el trigo en el granero, mientras que con la paja hará una hoguera que arderá sin fin. Por aquel tiempo llegó Jesús al Jordán procedente de Galilea para que Juan lo bautizara. Pero Juan se resistía diciendo: —Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a que yo te bautice? Jesús le contestó: —¡Déjalo así por ahora! Es menester que cumplamos lo que Dios ha dispuesto. Entonces Juan consintió. Una vez bautizado, Jesús salió enseguida del agua. En ese momento se abrieron los cielos y Jesús vio que el Espíritu de Dios descendía como una paloma y se posaba sobre él. Y una voz, proveniente del cielo, decía: —Este es mi Hijo amado en quien me complazco.
MATEO 3:7-17 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero viendo Juan que muchos fariseos y saduceos acudían a que los bautizara, les dijo: “¡Raza de víboras!, ¿quién os ha dicho que vais a libraros del terrible castigo que se acerca? Demostrad con vuestros actos que os habéis vuelto a Dios, y no os hagáis ilusiones diciéndoos: ‘Nosotros somos descendientes de Abraham’, porque os aseguro que incluso de estas piedras puede Dios sacar descendientes a Abraham. Ya está el hacha lista para cortar de raíz los árboles. Todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego. Yo, ciertamente, os bautizo con agua para invitaros a que os convirtáis a Dios; pero el que viene después de mí os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Él es más poderoso que yo, que ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Trae la pala en la mano, y limpiará el trigo y lo separará de la paja. Guardará su trigo en el granero, pero quemará la paja en un fuego que nunca se apagará.” En aquel tiempo fue Jesús desde Galilea al río Jordán, a donde estaba Juan, para que este le bautizase. Al principio, Juan se resistió diciéndole: –Yo tendría que ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Jesús le contestó: –Déjalo así por ahora, pues es conveniente que cumplamos todo lo que es justo delante de Dios. Entonces Juan consintió. Jesús, una vez bautizado, salió del agua. En esto el cielo se abrió, y Jesús vio que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que decía: “Este es mi Hijo amado, a quien he elegido.”
MATEO 3:7-17 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pero, al ver que muchos fariseos y saduceos llegaban adonde él estaba bautizando, les advirtió: «¡Camada de víboras! ¿Quién os dijo que podríais escapar del castigo que se acerca? Producid frutos que demuestren arrepentimiento. No penséis que podréis alegar: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque os digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham. El hacha ya está puesta a la raíz de los árboles, y todo árbol que no produzca buen fruto será cortado y arrojado al fuego. »Yo os bautizo con agua para arrepentimiento. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Tiene el aventador en la mano y limpiará su era, recogiendo el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará». Entonces Jesús fue de Galilea al Jordán para que Juan le bautizara. Pero Juan trató de disuadirlo. ―Yo soy el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? —objetó. ―Hagámoslo como te digo, pues nos conviene cumplir con lo que es justo —le contestó Jesús. Entonces Juan consintió. Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. Y, he aquí, una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».