MATEO 4:1-8
MATEO 4:1-8 La Palabra (versión española) (BLP)
Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo pusiera a prueba. Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, y al final sintió hambre. Entonces se le acercó el diablo y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Jesús le contestó: —Las Escrituras dicen: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra pronunciada por Dios . El diablo lo llevó luego a la ciudad santa, lo subió al alero del Templo y le dijo: —Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque dicen las Escrituras: Dios ordenará a sus ángeles que cuiden de ti y te tomen en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra. Jesús le contestó: —También dicen las Escrituras: No pondrás a prueba al Señor tu Dios. De nuevo el diablo lo llevó a un monte muy alto y, mostrándole todas las naciones del mundo y su esplendor
MATEO 4:1-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo le pusiera a prueba. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer, y después sintió hambre. Se acercó el diablo a Jesús para ponerle a prueba, y le dijo: –Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en panes. Pero Jesús le contestó: –La Escritura dice: ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que salga de los labios de Dios.’ Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió al alero del templo y le dijo: –Si de veras eres Hijo de Dios, échate abajo, porque la Escritura dice: ‘Dios mandará a sus ángeles que te cuiden. Te levantarán con sus manos para que no tropieces con ninguna piedra.’ Jesús le contestó: –También dice la Escritura: ‘No pongas a prueba al Señor tu Dios.’ Finalmente el diablo le llevó a un monte muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y su grandeza
MATEO 4:1-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto para que el diablo lo sometiera a tentación. Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso: ―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan. Jesús le respondió: ―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa e hizo que se pusiera de pie sobre la parte más alta del templo, y le dijo: ―Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo. Porque escrito está: »“Ordenará que sus ángeles te sostengan en sus manos, para que no tropieces con piedra alguna”». ―También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —le contestó Jesús. De nuevo lo tentó el diablo, llevándolo a una montaña muy alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su esplendor.