MATEO 6:1-3
MATEO 6:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
Guardaos de hacer vuestra justicia delante de la gente para que os vean; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para ser alabados por todo el mundo. Os aseguro que ya tienen su recompensa. Pero cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha
MATEO 6:1-3 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
“No practiquéis vuestra religión delante de los demás solo para que os vean. Si hacéis eso, no obtendréis ninguna recompensa de vuestro Padre que está en el cielo. “Por tanto, cuando ayudes a los necesitados no lo publiques a los cuatro vientos, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los elogie. Os aseguro que con eso ya tienen su recompensa. Tú, por el contrario, cuando ayudes a los necesitados, no se lo cuentes ni siquiera a tu más íntimo amigo.
MATEO 6:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Guardaos de hacer el bien en público solo para que la gente os vea. De otro modo, no recibiréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Por eso, cuando socorras a algún necesitado, no lo pregones a bombo y platillo, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. Os aseguro que esos ya han recibido su recompensa. Cuando socorras a un necesitado, hazlo de modo que ni siquiera tu mano izquierda sepa lo que hace tu derecha.
MATEO 6:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
»Cuidaos de no hacer vuestras obras de justicia delante de la gente para llamar la atención. Si actuáis así, vuestro Padre que está en el cielo no os dará ninguna recompensa. »Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Os aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa. Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha