MARCOS 11:1-10
MARCOS 11:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando se aproximaban a Jerusalén, cerca ya de Betfagé y de Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos diciéndoles: —Id a la aldea que está enfrente de vosotros. En ella hallaréis un pollino atado, sobre el cual nadie ha montado. Desatadlo y traedlo. Si alguien os pregunta «¿Por qué hacéis eso?», decid que el Señor lo necesita y que luego lo devolverá. Los discípulos fueron y hallaron el pollino en la calle, atado a una puerta, y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les preguntaron: —¿Qué hacéis desatando el pollino? Ellos respondieron como Jesús había dicho, y les dejaron ir. Los discípulos trajeron el pollino, echaron encima sus mantos y Jesús se montó en él. Muchos alfombraban con sus mantos el camino; otros lo hacían con ramas que habían cortado en el campo. Y los que iban delante y los que venían detrás le aclamaban diciendo: —¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!
MARCOS 11:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Cerca ya de Jerusalén, al llegar a Betfagé y Betania, al pie del monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos con este encargo: —Id a la aldea que tenéis ahí enfrente, y nada más entrar encontraréis un pollino atado, sobre el cual nunca ha montado nadie. Desatadlo y traédmelo. Y si alguien os pregunta por qué hacéis eso, contestadle que el Señor lo necesita y que enseguida lo devolverá. Los discípulos fueron y encontraron un pollino atado junto a una puerta, en la calle; y lo desataron. Algunos de los que estaban allí les dijeron: —¿Por qué desatáis al pollino? Ellos contestaron lo que Jesús les había dicho, y les dejaron que se lo llevaran. Trajeron el pollino adonde estaba Jesús, colocaron encima sus mantos y Jesús montó sobre él. Muchos alfombraban con sus mantos el camino, mientras otros llevaban ramas cortadas en el campo. Y los que iban delante y los que iban detrás gritaban: —¡Viva! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David! ¡Gloria al Dios Altísimo!
MARCOS 11:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Ya cerca de Jerusalén, cuando estaban en Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: –Id a esa aldea, y al entrar en ella encontraréis un asno atado que nadie ha montado todavía. Desatadlo y traedlo. Si alguien os pregunta por qué lo hacéis, respondedle que el Señor lo necesita y que en seguida lo devolverá. Fueron, pues, y encontraron el asno atado en la calle, junto a una puerta, y lo desataron. Algunos que estaban allí les preguntaron: –¿Qué hacéis? ¿Por qué desatáis el asno? Ellos contestaron lo que Jesús les había dicho, y los dejaron ir. Lo llevaron a Jesús, cubrieron el asno con sus capas y Jesús montó. Muchos tendían sus propias capas por el camino, y otros tendían ramas que habían cortado en el campo. Y los que iban delante y los que iban detrás gritaban: –¡Hosana! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene, el reino de nuestro padre David! ¡Hosana en las alturas!
MARCOS 11:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué y a Betania, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos con este encargo: «Id a la aldea que tenéis enfrente. Tan pronto como entréis en ella, encontraréis atado un burrito, en el que nunca se ha montado nadie. Desatadlo y traedlo acá. Y, si alguien os dice: “¿Por qué hacéis eso?”, decidle: “El Señor lo necesita, y en seguida lo devolverá”». Fueron, encontraron un burrito afuera en la calle, atado a un portón, y lo desataron. Entonces algunos de los que estaban allí les preguntaron: «¿Qué hacéis desatando el burrito?» Ellos contestaron como Jesús les había dicho, y les dejaron desatarlo. Llevaron, pues, el burrito a Jesús. Luego pusieron encima sus mantos, y él se montó. Muchos tendieron sus mantos sobre el camino; otros usaron ramas que habían cortado en los campos. Tanto los que iban delante como los que iban detrás gritaban: ―¡Hosanna! ―¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ―¡Bendito el reino venidero de nuestro padre David!